Vivir con el recuerdo

10

Lo que debería hacer una Moon.

 


Juliet.

-Por favor...

Así que -Lily- no es algo íntimo, o tal vez, él es cercano a Juliet, o sea, yo.

Me giré hacía el, mis ojos se encontraron con los suyos. 
- ¿En serio quieres quedarte con la chica con voz de pato de goma? - Solté sonriendo.

- Así que eres rencorosa.

Me encogí de hombros -Supongo.

Caminé a dónde él estaba; sentandome en el otro asiento del columpio, Noon se acercó a mi y se sentó a un lado de mis pies.
- Así que mentiste...

El me miró frunciendo un poco las cejas.
- ¿En qué momento?

- Dijiste que nunca habíamos hablado, me hiciste sentir tonta ¿Sabías?

Se sentó en otro asiento y empezó a columpiarse.
No dijo nada. Suspiré dándome por vencida, él no era alguien que hablara mucho, sin embargo los silencios con el eran cómodos.

- De hecho me encuentro confundida.

Sus ojos me miraron con duda, se preguntaba el porqué.

- Siento que todos ocultan algo, dijiste que no me conocías y supongo que no debería investigar por qué lo dijiste. Pero cada que te veo me da una sensación... 
» De nostalgia...
Esa misma sensación la tuve cuando venía aquí.
Sé que estoy siendo directa pero tengo curiosidad del porqué siento esto, e-es confuso y eso hace que me sienta un poco nerviosa y-

- Es tarde, deberías regresar a casa.

¡¿Qué?!

Traté de decir algo pero mi boca no podía siquiera pronunciar algo.

- Vengan, los llevo.

***
 


Tonto, tonto, tonto, tonto.

- ¡Aish! -Exclamé mirándome al espejo. -Maldita sea.

Sí, me encuentro lamentándome por ese tonto. Siempre hago el ridículo cuando estoy con él; le dije lo que sentía y pasó de mis sentimientos.
Me enjuague la cara para dejar de pensar en ello.

Bajé las escaleras, Venus aún no llega a casa. Al llegar a la cocina me encontré con HeeSoo.
- Hola.

- Señorita, ¿Se le ofrece algo?

- Nada HeeSoo, gracias.

- Si necesita algo aquí estoy.

Respira, no es algo malo.

Uno, dos, tres.

- ¿Puedo estar aquí contigo? Me siento algo... Sola.

Ella me miró sonriendo -Claro que si señorita, solíamos en el pasado hablar mucho.

- ¿En serio?

Asintió con la cabeza -Usted es alguien muy platicadora desde pequeña.

Desde pequeña...

-¿Desde hace cuánto tiempo trabajas aquí?

- Aún no nacías y yo ya estaba sirviendo al señor Moon.

Señor Moon. 
Él tampoco ha llegado, aún no lo conozco.

- Cuéntame de ti HeeSoo. - Hablé sentándome en un taburete apoyando mis brazos en la barra.

- No me llame HeeSoo, dígame Soo. Y... Mmm... Trabajo aquí desde hace 22 años, junto a mi esposo que es chófer del señor Moon, tenemos un hijo, se llama Rowan. Pero él está haciendo sus cosas...fuera del país. -Dijo mientras cortaba verduras.

- Entiendo...

Pasaron algunos minutos desde que ella y yo comenzamos a hablar. 
Me contó algunas anécdotas, cómo que ella es originaria de Japón pero tuvo que mudarse a Corea desde muy pequeña.

El sonido de la puerta abriéndose hizo que las dos nos miráramos, ella se dirigió hacia la puerta, y detrás iba yo.

¿Quién era?

- Buenas noches, señor Moon.

Enarque mi ceja; así que este es mi -papá-.

- Buenas noches -Dijo quitándose el abrigo y dándoselo a Soo. El me miró -Mi pequeña...

Sí, me dio un graaan y fueeerte abrazo. -No sabes lo preocupados que estábamos cuando recién salió la noticia.

- Perdón por hacerlos pasar un mal momento- Mencioné devolviéndole el abrazo.

¿Qué? ¿Por qué te disculpas?

- ¿Así que no recuerdas nada? -Habló mientras disolvía el abrazo.

Negué con la cabeza -Absolutamente nada.

-No te preocupes de eso, Juliet. A veces uno quiere olvidar lo pasado y no puede, ahora que tú lo has olvidado todo es fácil, eres privilegiada Moon Juliet.

Lo miré con intriga -¿Qué es lo que debería olvidar?

Me miró con una media sonrisa. -¿Y tú hermana?

- ¿Por qué todos cambian de tema cuando les digo algo?-Reclamé.

El me miró extrañado, dio un paso hacia mí.

- Aunque ahora no recuerdes nada, soy tu padre. No puedes levantar la voz mientras yo estoy ¿Entendido?

- Soy tu hija, tengo derecho a preguntar.

- Mira Juliet, he sido-

- Maldito bastardo hijo de-

Tanto yo como mí supuesto -padre- volteamos rápidamente al escuchar ello.
Era Venus, al cerrar la puerta miró estupefacta a papá e inmediatamente hizo una reverencia. -De verdad lo siento, no pensé que-

-Tú nunca piensas Venus. Apúrate que la cena se va a enfriar.- Interrumpió el señor Moon y salió del recibidor.

Ella quedó sorprendida.

-Veo que ya lo has visto- Dijo Venus quitándose sus botas y poniéndose las sandalias.

Asentí con la cabeza -Es alguien especial ¿Verdad?

-Difícil es la palabra correcta- Sonrió de lado -Vamos, estoy segura que tienes hambre.

Unos minutos después llegamos al comedor.

Vaya comedor.

La mesa estaba llena de comida, era un banquete. De solo verlo, me sentí llena, como si hubiese comido todo eso.
Algunos ejemplos de lo que había era, arroz, carne, muuucha carne, kimbap y lo demás era algo que no conozco.

Me senté en una de las sillas, a lado de papá quien se había sentado en el lado del cabezal como un buen anfitrión. Venus a su lado, quedando frente mío.
Me serví arroz y algo de carne, como pude empecé a comer. Y digo como pude porque use palillos.

Pasaron algunos minutos en silencio, total silencio, lo único que se escuchaba era el tic tac del reloj colgado en la pared y el viento azotando la ventana.

El señor Moon aclaró su garganta y habló- ¿Se puede saber por qué venías maldiciendo Venus?




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