Perdido

Está varado, en medio de la nada, perdido.
Luchando. ¿Contra qué?
Contra el peor adversario para este colibrí:
Sus pensamientos.

El colibrí no puede tener ni un minuto libre porque su mente lo invade y lo ataca con pensamientos que sólo hacen que este colibrí no pueda respirar bien, o se sienta terrible.

Y no es lindo, que se sienta muy mal por algo que ni siquiera está pasando en la realidad; o por recuerdos que ya quería olvidar. 

Su solución es mantenerse ocupado, pero ¿qué pasa cuando ya el cuerpo y/o la mente necesita(n) descansar?
Este colibrí tiene que luchar; aunque para algunos suene tonto, es muy fuerte el tener que lidiar con tu propia mente para poder estar tranquilo.

A este punto ya no sabe que hacer; se siente perdido, ni de aquí ni de allá, solo está.

Está perdido, de mente y cuerpo. Pero de verdad lo está intentando, se está conociendo y encontrando una solución.