Wabi Sabi

CAPÍTULO I : "Disparos con sonidos de esperanza."

El cuarto del conserje era un refugio temporal, un oasis de relativa calma en medio del caos que reinaba fuera de sus puertas. Will y Akane se encontraron allí, dos extraños unidos por circunstancias que escapaban a su control.

Will se apoyaba contra la pared, tratando de mantener la compostura a pesar de la tensión en el aire. Su mirada se posó en Akane, quien parecía emanar una aura de determinación fría mientras observaba la puerta con precaución.

Will: -¿Estás bien?

La voz de Will resonó suavemente en el pequeño espacio, un destello de preocupación en sus ojos. Akane lo miró de reojo, evaluando sus palabras con desconfianza antes de responder.

Akane: -Estoy bien.

Su tono era cortante, como si cada palabra fuera un arma afilada. Will se encogió ligeramente, pero no se dejó intimidar por la actitud de Akane.

Will: -¿Sabes qué está pasando afuera?

Akane se encogió de hombros con indiferencia, pero su mirada desprendía una chispa de incertidumbre.

Akane: -No tengo idea. Pero no parece ser algo bueno.

Will asintió, reconociendo la verdad en las palabras de Akane. A pesar de sus diferencias, ambos compartían la misma sensación de peligro inminente que flotaba en el aire.
Will: -Supongo que estamos atrapados aquí hasta que la situación se calme.

La declaración de Will fue más una observación que una pregunta, pero Akane asintió con una leve inclinación de cabeza, reconociendo la lógica en sus palabras.

Akane: -Parece ser así.

Un silencio incómodo cayó entre ellos, llenando el espacio con una tensión palpable. Pero en medio de la incertidumbre, surgía una curiosidad silenciosa, una pregunta sin formular sobre quiénes eran realmente el uno para el otro.

Will rompió el silencio, decidido a encontrar algo para distraer en medio del caos que los rodeaba.

Will: -¿Cómo te llamas?

La pregunta fue simple, pero contenía una invitación implícita a compartir algo más que solo nombres. Akane lo miró por un momento, como evaluando si podía confiar en él antes de responder con una frase.

Akane: - ¿Para qué quieres saberlo?

Will sonrió, un gesto que esperaba fuera desarmante.

Will: -Bueno, si vamos a estar atrapados aquí por un tiempo, sería bueno al menos saber el nombre de mi compañera de refugio.

Akane: -Akane.

Will: -Will Reynolds.

El silencio volvió a caer, pero esta vez era menos incómodo. Ambos estaban perdidos en sus pensamientos, cuando de repente, el sonido de pasos apresurados se escuchó fuera de la puerta del conserje. Los dos se tensaron al instante, intercambiando miradas de alerta.

Will susurró, acercándose más a Akane: -Debemos mantenernos en silencio.

Akane asintió, y ambos contuvieron la respiración mientras los pasos se acercaban. A través de la delgada puerta de madera, podían escuchar fragmentos de una conversación.

Voz 1: - ¿Estás seguro de que está aquí?

Voz 2: -Alguien dijo que lo vio correr hacia este lado. No debe estar lejos.

Will y Akane intercambiaron una mirada cargada de pánico. Si los encontraban, no sabían qué les harían, pero ambos sabían que no sería nada bueno. Akane se movió rápidamente, buscando algo en el cuarto que pudiera usar como arma, mientras Will se preparaba para cualquier eventualidad.

Los pasos se detuvieron justo fuera de la puerta, y el mango giró lentamente. En ese momento, el tiempo pareció detenerse, y ambos jóvenes se prepararon para enfrentarse al peligro que estaba a punto de entrar.

La puerta se abrió de golpe, y sin pensarlo, Akane lanzó un golpe rápido y preciso. Su puño se estrelló contra el rostro de James, quien cayó al suelo con un quejido de dolor.

Will: - ¡James!

Will corrió hacia su amigo, ayudándolo a levantarse. James se sobaba la mandíbula, aturdido, pero sin resentimiento.

James: - ¡Vaya forma de recibir a tus amigos, Will!

Akane, aún en posición defensiva, bajó lentamente las manos, dándose cuenta de su error.

Akane: -Lo siento... pensé que...

James: -No te preocupes -interrumpió James, sonriendo con un toque de dolor-. Supongo que lo merecía por no avisar antes de entrar.

Detrás de James, otros dos amigos de Will, Sarah y Mike, entraron al cuarto, ambos con expresiones de alivio y preocupación.

Sarah: - ¿Están bien?

Will: -Sí, estamos bien. ¿Qué está pasando afuera?

Mike: -La policía llegó rápido esta vez, pero no lograron atrapar a los tiradores. La situación aún es peligrosa, pero parece que el tiroteo ha cesado por ahora.




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