Wabi Sabi

CAPÍTULO IV : "Demasiado rápido"

Una semana después del tiroteo, la escuela secundaria de Brooklyn volvió a abrir sus puertas. El bullicio que solía llenar los pasillos se había transformado en murmullos nerviosos. Los estudiantes se agrupaban en pequeños círculos, intercambiando historias y teorías sobre lo que había sucedido. Los ecos de lo ocurrido todavía resonaban en el aire, creando un ambiente cargado de curiosidad y preocupación.

Will y James llegaron al colegio, entrelazando sus conversaciones mientras se dirigían hacia el edificio. James, siempre enérgico y bromista, trataba de aligerar el ambiente hablando sobre el último número de un cómic de ciencia ficción que había leído.

James: —¿Sabías que en el último cómic, el Capitán Nova descubre que el villano principal es su propio hermano perdido? ¡No vi eso venir!

Will sonrió, disfrutando de la charla ligera. Aunque el incidente del tiroteo todavía pesaba en su mente, estos momentos normales le proporcionaban un alivio necesario.

Will: —¿En serio? Eso es una vuelta de tuerca interesante. Aunque prefiero los cómics de superhéroes con menos drama familiar.

James: —Bueno, el drama familiar es lo que hace que las cosas sean interesantes, ¿no? Al menos en los cómics.

Mientras charlaban, Will notó a lo lejos a Akane. Ella estaba de pie junto a Mike, y parecía haber una discusión entre ellos. Mike hablaba con una intensidad que no era común en él, mientras Akane mantenía una expresión seria y distante.

Will: —Mira, ahí está Mike. Parece que está discutiendo con Akane.

James: —¿En serio? No te preocupes por eso, tal vez sea solo una charla sobre la tarea o algo por el estilo. Vamos a clase antes de que empiecen.

Will dudó por un momento, pero James lo arrastró suavemente hacia el pasillo principal. A medida que se alejaban, la curiosidad de Will sobre la discusión de Akane y Mike crecía.

De otro lado del pasillo, Mike y Akane estaban en medio de una conversación acalorada.

Mike: —No entiendo por qué te acercaste a Will. No sabes nada de él y su familia. Esto no es una simple coincidencia, Akane.

Akane: —No sé por qué estás tan preocupado. Solo nos encontramos en el cuarto del conserje durante el tiroteo. Eso no significa nada.

Mike frunció el ceño, claramente no convencido.

Mike: —Escucha, hay cosas que sé entiendes, pero no sabes nada sobre los Reynolds, y no quiero que te involucres más con Will.

El tono de Mike se volvió más grave…

Mike: —Solo recuerda lo que te estoy diciendo. Si algo sale mal, si algo le pasa a Will, caeremos todos...

Akane: —No voy a dejar que me amenaces -¿quiénes son los Reynolds?-

Akane lo miró con una mezcla de desafío y desdén, pero antes de que pudiera responder, el timbre sonó, anunciando el inicio de las clases. Los estudiantes comenzaron a moverse rápidamente hacia sus salones.

Mientras Will se acomodaba en su asiento en clase, no podía evitar pensar en la conversación entre Akane y Mike. Estaba cada vez más curioso sobre lo que realmente estaba sucediendo.

El profesor entró en el aula y empezó a dar la clase, pero Will estaba distraído. Se perdió en sus pensamientos hasta que la profesora lo llamó por su nombre.

Profesora: —Will, ¿puedes decirnos la respuesta a la pregunta?

Will estaba absorto en su cuaderno, sin darse cuenta de que le estaban hablando.

Profesora (con tono más firme): —Will Reynolds, ¿estás prestando atención?

Will levantó la cabeza con un sobresalto, mirando a la profesora con ojos en blanco.

Will: —Oh, ¿me llamaste?

Profesora (sonriendo con ironía): —Sí, estaba esperando tu respuesta. Parece que tus pensamientos estaban en otro lugar.

Will se puso nervioso, murmurando una disculpa mientras trataba de recuperar el enfoque.

Después de las horas de clase, Akane se dirigía hacia la salida cuando sintió una mano en su muñeca. Se giró para ver a Sarah, que la miraba con una mezcla de enojo y nerviosismo.

Sarah: —Akane, ¿puedo hablar contigo un momento?

Akane la miró con confusión y un poco de irritación.

Akane: —No vuelvas a tocarme. No te conozco.

Sarah, sorprendida, intentó mantener la calma.

Sarah: —Lo siento, solo quería preguntarte algo. Es que… he visto a Mike contigo y me preguntaba si hay algo entre ustedes. No te conozco, pero…

Akane la miró con desagrado y soltó su muñeca con brusquedad.

Akane: —No tengo nada que ver con Mike, y no tengo por qué explicarte nada. Así que, por favor, no vuelvas a tocarme.

Sarah se quedó allí, sin saber qué decir, mientras Akane se alejaba rápidamente hacia la salida.

La escena se movió entre los pasillos del colegio, donde el bullicio de los estudiantes continuaba, y el enigma de las relaciones entre Will, Akane y Mike se profundizaba. Los secretos y las tensiones apenas comenzaban a desvelarse, y la intriga seguía creciendo en el aire cargado de la escuela secundaria de Brooklyn.




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