Wabi Sabi

CAPÍTULO V : "Mike"

Mike caminaba en silencio por el pasillo, sus pensamientos enredados en la maraña de recuerdos que había intentado dejar atrás. Pero no podía. No hoy. No cuando Akane estaba tan cerca y, al mismo tiempo, tan distante. Su mente lo arrastró de vuelta a un momento que nunca olvidaría, un momento que lo había marcado más de lo que quería admitir.

Hace un poco más de un año…

Era una noche fría y silenciosa. Mike caminaba por los alrededores de la mansión Nakamura, un lugar imponente que había oído mencionar muchas veces en la ciudad. Mientras pasaba, un movimiento en una de las ventanas del segundo piso llamó su atención. A lo lejos, divisó a una chica de cabello intentando abrir la ventana con sigilo.

Con una mezcla de curiosidad y diversión, Mike se acercó un poco más, asegurándose de mantenerse oculto entre las sombras. La ventana finalmente cedió, y la figura de la chica comenzó a deslizarse hacia fuera.

Mike: —¿Necesitas ayuda? —preguntó Mike, con una sonrisa irónica en su rostro.

La chica se sobresaltó y, en un instante, clavó sus ojos en él. Su mirada era afilada, llena de una mezcla de enojo y desdén.

Akane: —¿Por qué no cierras la boca?

Mike se rio suavemente, sin dejarse intimidar por su actitud.

Mike: —Se nota cómo tu cara no va con lo que dices, —dijo con ironía—. ¿Y qué recibiré a cambio si te ayudo?

La chica lo miró fijamente por un momento, evaluando si podía confiar en él, aunque solo fuera por conveniencia. Finalmente, con un tono desafiante, le dijo:

Akane: —Te daré un beso, maldito pervertido.

La risa de Mike resonó en la oscuridad de la noche.

Mike: —Pero qué fácil resultó, —dijo, burlón, mientras se preparaba para atraparla en el aire.

La chica se lanzó desde la ventana y Mike la atrapó con destreza, evitando que cayera al suelo. Tan pronto como sus pies tocaron el piso, ella se alejó de él rápidamente, sin permitir que la siguiera tocando.

Akane: —Gracias, imbécil, —murmuró, aunque su tono no mostraba gratitud alguna.

Mike, todavía divertido por la situación, la miró con expectación.

Mike: —¿Y mi beso?

La chica, visiblemente sonrojada, se volvió hacia él, pero en lugar de agradecerle, lo fulminó con la mirada.

Akane: —No te daré nada, maldito pervertido.

Mike se encogió de hombros, sabiendo que no esperaba realmente otra cosa.

Mike: —Tranquila, ya sabía que no pasaría. Pero, dime, —preguntó, cambiando su tono a uno más serio—, ¿por qué buscas escapar de esta gran mansión? Eso es absurdo.

Akane: —No es asunto tuyo.

Comenzó a alejarse, pero Mike no estaba dispuesto a dejarla ir tan fácilmente.

Mike: —Supongo que tendrás un gran lugar a donde ir si sales de aquí, además de mucha ropa, ya que ni maletas llevas, —comentó riéndose.

La chica se detuvo en seco, y cuando se volvió hacia él, su rostro estaba lleno de furia.

Akane: —Cállate, idiota.

Mike sonrió, sin inmutarse por su tono, y ofreció:

Mike: —Yo podría ayudarte en eso…

La chica lo miró con desconfianza, pero no dijo nada más. Juntos, comenzaron a caminar hacia la casa de Mike. Durante el trayecto, él intentó hacerle preguntas, pero ella no respondió a ninguna, manteniendo el silencio a lo largo del camino.

Al llegar a la modesta casa donde vivía con su hermano, fueron recibidos por un hombre más alto que Mike, con una expresión tranquila y acogedora.

Drake: —¿Ya te calmaste? —con una sonrisa—. ¡Wao, trajiste visitas!

La chica bajó la mirada, claramente incómoda con la situación.

Drake: —¿Quién es ella? — mirando a su hermano con curiosidad.

Akane se sintió incómoda bajo la mirada escrutadora de Drake, pero antes de que pudiera responder, Mike lo hizo por ella.

Mike: -Akane se quedará a dormir."

Drake arqueó una ceja.

Drake: - ¿Sus padres saben de esto?

Antes de que Mike pudiera soltar otra de sus respuestas despreocupadas, Akane intervino rápidamente

Akane: -Sí, lo saben.

Drake, siempre confiado, decidió no indagar más. Pero no pudo resistir añadir, con una sonrisa pícara…

Drake: - ¿Son novios?

Mike, sin perder la oportunidad, respondió con una sonrisa igual de pícara:

Mike: —Sí.

Akane lo fulminó con la mirada, claramente irritada por su respuesta, pero decidió no desmentirlo en ese momento. Drake se rió ante la interacción entre ellos, sabiendo que había algo más detrás de esa fachada.




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