Me despierto por el sonido de mi celular, lo prendo y veo cientos de mensajes de Sara.
Sara <3
Ya sabes que te pondrás?????
Me lo mando hace media hora. Veo la hora y salto de la cama llendo directo a bañarme.
Salgo envolviendo mi cuerpo en una toalla caminando hacia mi closet.
Miro cada prenda..
Agarro un vestido blanco que me llega abajo de las rodillas.
Pero no me convence.
Me detengo al ver un vestido largo negro con una abertura en el muslo.
Ya sé que me pondré.
Lo pongo en mi cama y me pongo una pijama para bajar y comer algo. Cuando bajo veo a mi mamá con un traje formal con falda en v.
- Esa es la razón por la que soy tan bonita - le digo viéndola.
Aparta su mirada de su ropa y la voltea hacia mi.
- ¿Porqué? - pregunta interesada.
- Porque mi mamá es demasiado guapa.
- Demasiado es poco - dice con una sonrisa de suficiencia.
- Tienes razón. - le digo siguiendo su juego.
- ¿Vas a salir?
- Si.. iré a una galería de arte.
- Aaahh, es que te bañaste.
La miro fingiendo indicación.
- ¡Mamá! Si me baño - le reprochó.
- Solo cuando te conviene - dice riendo.
- Espero que ganes.
- Claro que lo haré. - dice con una sonrisa - Me voy porque luego se hará más tarde.
Me da un beso en mi coronilla y sale de la casa dejándome sola.
No está Marcela, tendré que cocinar algo.
Pongo a hervir agua y por mientras que espero voy a la sala para poner una serie.
Una serie de eventos desafortunados mi serie favorita es la tercera vez que la veo.
Saco la sopa Maruchan a cocinar. Cuando está la pongo en un plato hondo y me camino al sillón para comerla ahí.
Termino de comer, voy a mi habitación y me comenzó a arreglar con "teeth" de 5 seconds of summer de fondo.
Me planchó el cabello, pongo un poco de sombra dorada en mis ojos y delineador en mis ojos y con un labial rojo pasión decoro mis labios.
A. Brown
Lista?
Veo el mensaje después de tomar mi cartera con dinero y celular dentro.
Madelaine.
Lista.
A. Brown
Ya voy para allá.
Lo dejo en visto y me encamino a la sala para esperarlo.
Alguien toca el timbre.
Tal vez es Aleister.
Abro la puerta con una sonrisa pero dicha sonrisa se desvanece al ver a la persona detrás del marco de la puerta.
Aaron Williams.
- Tenemos que hablar - me dice.
- Vete - le digo seria y decidida.
- No hasta que me escuches.
Trato de cerrar la puerta pero antes de eso entra empujándome haciendo que retroceda y pierda un poco el equilibrio.
Cuando recupero el equilibrio me cruzo de brazos. Eso hace que su mirada pase de mi cara a mis pechos y cuerpo.
- Si vas a hablarme por lo menos mira mi cara maldito depravado.
- Pero miren que buena que estás- dice con una sonrisa, que hace que un escalofrío recorra mi cuerpo.
Avanza hasta donde estoy pero yo de unos pasos hacia atrás. Trata de tomar mi brazo pero le doy una cachetada, corro hacia la cocina para tomar algo para defenderme.
Sin sentirlo alguien me toma por atrás inmovilizado mi cuerpo, me muevo pero lo único que logro es que se mueva un poco.
Escucho una risa en mi oído.
- No sabes las ganas que tuve de tenerte - dice asquerosamente cerca de mi.
Siento como su mano va subiendo por la abertura de mi vestido.
Grito pidiendo ayuda.
- Nadie te escuchará, belleza.
- ¡¡AUXILIO!! - grito lastimando mis cuerdas vocales.
Cada vez va subiendo más su mano y trato de recordar algo que ví en internet.
Con mis uñas se las encajo en su brazo que me tiene rodeada y eso hace que su agarre no sea tan fuerte, me volteo y le doy un golpe en sus huevos con mi rodilla.
Corro y voy hasta mi habitación cerrando con pestillo.
Mi teléfono.
Está en la sala.
Mierda.
Sin darme cuenta lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas.
Busco alguna salida o algo por el estilo pero no encuentro nada.
De pronto unos golpes duros a la puerta encienden de nuevo mis alarmas.
- ¡Abre la puerta maldita hija de perra! - se escucha que gritan por el otro lado de la puerta.
No le contesto, veo mi mesita de noche y la arrastró para ponerla en la puerta. Me meto al baño y cierro con pestillo.
Me siento en el suelo abrazando mis piernas llorando.
Escucho como la puerta de mi habitación es derrumbada y mi miedo se hace cada vez más grande.
Me levanto haciendo que mi cuerpo se recargue en la puerta ejerciendo fuerza.
- Donde sea que estés te encontraré, no hace falta está maldita imitación de las escondidas.
Ya no se escucha nada solo mi respiración pesada.
Derrumba la puerta haciendo que mi cuerpo impacte con el suelo.
Lo veo desde el piso y observo que en su mano tiene un cuchillo.
- No debiste hacer eso, hiciste que me enojara - dice con una mueca triste.
No soy capaz de pronunciar alguna palabra por estar presa del miedo.
Me toma de los brazos haciendo que me levanté, pone el arma blanca en mi pecho ejerciendo un poco de fuerza y provoca que duela.
- Si no eres obediente haré que este lindo cuchillo entre en tu cuerpo, ¿Queda claro?
Lo único que pude hacer fue asentir.
- Buena chica. - dice con una sonrisa malévola.
Eso hace que tenga más miedo.
Me tapa la boca con una prenda mía y los ojos con otra. Hace que camine y me avienta a la cama sin cuidado.
Las lágrimas siguen brotando de mis ojos empapando la prenda con la que están vendados estos.
Siento como se sube arriba de mi y mete su cabeza a mi cuello oliendo y besando. Cada vez me da más asco.
- No sabes las ganas que tuve de hacer esto.
Trato de pedir ayuda pero con la ropa metida solo se escucha sonidos sin contexto.