¿Por qué contigo?

¿Furioso?

Eso es poco decir

Iniciando con que...

La larga espera para ver la cara de la gran señora pots, al ver al nuevo socio se fue al carajo al igual que mi tranquilidad, al ver a la persona que menos esperaba entrar por esa puerta, o más bien aterrizar, porque a eso no se le puede decir entrar.

Luego esos ojos...

Hasta podría asegurar que son los de mi sueño, que es ella la de mi sueño, recuerdo más bien, lo más seguro es que si soñé eso, fue por el estrés que me provocaba con las 250 quejas con su inolvidable nombre en mi oficina.

A eso agreguemosle su pequeña mentira sobre su apellido,  y la puta mirada rastrera que el imbécil de stevens le dirigía. 

Aunque...

Cabe recalcar que ha sido la reunión más peculiar que he tenido, la más entretenida también, si lo veo por el lado que me divertí ponerla nerviosa de muchas maneras, 

Loca o no, es mujer, y al parecer una muy receptiva

La loca sabe ponerle emoción a él....

¿Que carajo estoy pensando!?

Esa mujer, me llevó la contraria allá adentro, eso sin mencionar que me dejó fuera de juego al contestar con toda calma a mis refutaciones sobre mis acciones y los informes, además de irse del lado del payaso de williams

Solo porque se puso de su puto lado, 

Él y su maldita sonrisa insinuante hacia ella, porque eso fue,

Soy hombre, sé lo que significa, y ella y su enorme ingenuidad, sólo hacía que mi rabia creciera.

Que no se daba cuenta de las verdaderas intenciones de este tipo?

Estuve a punto de partirle la cara a ese imbécil, por muchas razones, pero me brindé paciencia, no le iba a dar el gusto de creer que me había alterado su palabrería.

O ese era mi plan, si ella no hubiera hablado y correspondido a su estúpida sonrisa,

Y solo para aclarar, me molesta porque le sonrió dándole así el triunfo en la anterior discusión,

Así que para no cometer una estupidez salí hace cinco minutos de esta cueva de lobos, sin importarme a quien me llevaba de paso, así fuera esa loca mentirosa.

A quien por cierto tengo prisionera en el elevador, tiene mucho que aclararse.

—Di...disculpe, señor Evans, pero ya hablamos en la reunión, no hay charla pendiente. 

Intenta salir del ascensor pero la atraigo de nuevo hacia adentro, cerrando y bloqueando el elevador, tiene mucho que contestarme.

—Primero frustras el trabajo de mis empleados en la constructora y ahora… ¿Resulta que eres una harrys?. —inquiero

—Yo...no tengo porque darle explicaciones personales y... Si es por los informes, ya le dije que...

Por un momento me pierdo en sus ojos. En serio será así siempre, siempre que la vea, 

Tenía que ser yo y mi 30% de miseria, ahora sospecho que quien saldrá jodidamente fastidiado, seré yo.

—No es por los informes. —La interrumpo. —Tú —la señaló — loca, no eres Lena Harrys, eres Lena Davis, pero digamos que te creo, no eres la única hija de los Harrys.

Afirmo fríamente.

Ella abre y cierra la boca una y otra vez, pero no dice nada.

—¿Dónde está Andrea?. —pregunto con rabia inundandome por solo decir su nombre en voz alta.

—¿Qui...quién…? ¿Yo?. —su divagación es interrumpida por un fuerte sonido, las luces se apagan, dejándonos inmersos en una profunda oscuridad, y como si de una película de terror se tratara, escucho como su respiración se agita, y al segundo ella empieza a gritar como lo que es

Una loca

—¡SAQUENME DE AQUI! ¡POR FAVOR! ¡SIGO VIVA, MAMÁ!. —grita entre llanto y los golpes que escucho le da a las puertas del elevador.

¿Qué le sucede? ¿Por qué se comporta así? ¿qué hago?

Una extraña sensación me llena el pecho, como si me contagiara su desespero, su agonía

—Tranquila, seguro es un pequeño fallo, ya nos sacarán de aquí. —suavizo mi tono para tratar de calmarla,  las luces de neón del elevador se encienden, dejándome ver de nuevo a mi alrededor.

La observó y algo en mi se remueve, al verla tirada con la cara entre sus piernas, y sus brazos rodeando sus rodillas, llorando como si no hubiera mañana.

Como si fuera una niña perdida

La escucho balbucear algo pero no entiendo lo que dice, por lo que me agacho a su altura, quedando básicamente a su lado, en el suelo del elevador.

Una mano viaja a su espalda para brindarle calma pero, me arrepiento apretando mis dedos en un puño y  alejando mi mano de ella.

—Sigo viva...sáquenme...sáquenme de aquí, por favor saquenme de aquí

¿por qué nadie me escucha... Saquenme - susurra entre sollozos

Maldito el momento en el que se me ocurrió encerrarla aquí, y para mas joder yo con ella.

¿Y si es claustrofóbica? 

Mierda

Necesito pedir ayuda

Estoy por alejarte nuevamente de ella cuando

—Liam, amor, estoy viva, te amo..yo..lo siento, perdón...—

Cae al suelo sin más.

No puedo decir que no la escuché, porque perfectamente lo hice

Mi corazón me traiciona y revive ese maldito sueño al recordar lo que acaba de decir, su voz.

Te amo

¿Por qué me pasa esto a mi? La última vez que sentí ésto, fue por Andy, ése día en el parque, cuando la esperé con toda la emoción del mundo, sólo por ella.

Solo por Andy.

—La loca no pinta nada en mi vida, y esto no cambia nada, no es nadie, no es andy, nunca lo será, y si lo fuera, la odias -

Le recuerdo a mi estúpido corazón, el que se supone era incapaz de sentir, luego de que esa mujer me matara aquella noche, luego de llevarme al cielo y lanzarme de la peor manera hacia abajo.

Ignoro esa sensación que se ha alojado en mi pecho.

Con dificultad me acerco al cuerpo inerte de la loca, tomándola en mis brazos y apartando el cabello de su rostro, dándole aire

Me acerco a su rostro, sintiendo su respiración, lo que me deja tranquilo