LENA
Aquí vamos de nuevo, explicar que no soy quien sí soy, decir un nombre que no es el mio, pero un apellido que sí lo es, lo único que gracias al cielo es mi mayor verdad, es mi bebé, la única de hecho, porque es mía, no salió de el cuerpo en el que estoy, pero si de mí, de él, es ella la única explicación que tengo para darle sentido a ésta locura que estoy viviendo.
Soy su madre, aun siendo lena
Porque ella así lo ha decidido
- mamá, ella es Lena - se adelanta Liam, luego mira a nuestra hija con una tierna sonrisa -y ella es Liliam-
La señora Emilia me mira sorprendida, reacción que ya esperaba.
Lo que no esperaba, es que llorara cuando vio a mi bebé.
Alguien más que no soy yo, al fin notó el parecido, si es que llora por eso.
Liam la intenta calmar, mientras le pregunta qué le pasa, pero ella solo solloza en respuesta, mientras ve fijamente a Liliam, la cual solo se aferra a mí, asustada por la situación.
- es idéntica a ti. -le dice a su hijo.
¡Rayos! ¡¿Y ahora que digo?!
Liam suspira y niega con la cabeza, la abraza y le dice algo al oído, la señora asiente.
Liam voltea a verme, aún con su ya natural cara de pocos amigos.
-El botiquín está en el cuarto, subes las escaleras, das vuelta a la izquierda, subes tres gradas, doblas a la derecha, y te será fácil hallarlo, es el único cuarto de ese pasillo.
¿Qué?
Ok dijo... Escaleras, derecha, no, izquierda y luego...
"¡Y luego al carajo con su mapa mental!, ¿Qué es esto, el castillo del conde Patula?"
Tú y tus ideas, Tarzán de mi corazón
-Campeón, llevalas ¿sí? - dice al niño
-¡Vamos!- dice emocionado el niño
Creo que notó la confusión plasmada en mi rostro
<<yo conozco todita todita la casa- sonríe el niño- de vez en cuando mis papás y yo, nos quedamos aquí, cuando el tío se va de viaje- me toma de la mano y me jala hacia el laberinto.
Es un niño muy inteligente, sorprendentemente inteligente
¿Será que esta generación, ya nace con un súper chip de inteligencia artificial, con manual para la vida incluidos?.
Llegamos más rápido de lo que parece, el niño abre la puerta dejándonos entrar, y sin más, se va.
¿Ok?
Observo la habitación, tiene toques ocres y beige alrededor, dos sofás en cada extremo de la habitación, una cama de agua, una mesita de noche, frente a la cama un mueble con libros y en la enorme superficie un plasma, unos marcos con pinturas que, si no me equivocó, son de van gogh, un cuadro con una imagen de un pergamino con escritos, una puerta aparte, ¿que guardará ahí?, el armario y una pequeña chimenea, y por último, el baño, ahí debe estar el botiquín.
Aún no puedo creer que esté aquí.
Sin embargo, debo dejar a un lado mi curiosidad.
A lo que vinimos, no más distracción, aunque seguro será la última vez que venga aquí, posiblemente éste es algún cuarto de descanso, con lo apartado que se encuentra, pero mejor no curioseo nada.
Entro al cuarto de baño, observo en la puerta del espejo y sí, ahí está... Tiene toda una farmacia aquí!.
Precavido como siempre amor.
Saco el botiquín, pero lo que hay atrás, me sorprende y me lastima al mismo tiempo.
-¿Qué es eso, mamá? - pregunta mi pequeña al ver lo mismo que yo.
Al girar mi mirada hacia lo que señala me quedo muda, molesta y a la vez sin palabras.
"¡Vamos! Inventa algo, Andy"
- son...sobres de...veneno para ratas-
Tonta, Lena ...digo, Andy.
Aunque...
Es lo mejor que se me ocurrió, no puedo decir lo que es.
No diré a una niña de recién cumplidos cinco años, que son "globitos para adulto", con los que justamente su padre fornica cada que puede seguramente con alguna... ¡Aaah! ¡Sin comentarios!.
La trumaría
En cuanto a lo que siento,
¿Celos? Si! ¡Definitivamente!
Aunque... No es como que esperará que hiciera celibato eterno, o que se yo.
Pero...aún así, tener en cuenta lo que mi mente maquina, es doloroso simplemente.
Aunque pensándolo bien... Ahora existe la masturbación ¿o no?
" ya deja de torturarte" me grita mi conciencia
¿Y si...?
Tomo la caja, que...malditamente está a la mitad.
¿Es en serio?
Ahora entiendo porque tan apartado el cuarto.
Aunque no me consta cuánto tienen de estar ahí.
No importa
Las guardó en mi bolso mientras Liliam está distraída, haciendo muecas frente al espejo.
Niños.
-Mami ¿podque están ahí? ¿A las datas no les duele? ¿No es peligloso?- pregunta mi pequeña.
Niego con la cabeza.
Salgo con mi bebé del baño, con el dichoso botiquín en la mano, contestando brevemente a cada cosa que pregunta sobre el " veneno para ratas", excepto la última pregunta, porque,
Sí, les duele.
La siento sobre la recámara, la cual tiene sábanas del mismo color que las paredes
Tomo un pedacito de algodón y lo mojo con alcohol,
- respira profundo bebé- respira sonoramente, coloco el algodón sobre el raspón, inmediatamente su carita se contrae del dolor.
- porque te molestaban esas niñas liliam?- preguntó demandante pero con delicadeza