6. Nada de lo que haya dicho es cierto

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Capítulo 6

Gael

Abro los ojos sintiendo un gran alivio, en la mesa que está a un costado observo el paquete de color amarillo que iba darle a Alexa el día de hoy.

Su cumpleaños.

No puede ser posible que, cuando me arme de valor para decirle que me gustaba, Alisse también lo hiciera en frente de ella.

Quería que sepa lo que sentía antes de irme, pero mis planes no salieron muy bien que digamos y no sé lo que ella este pensando ahora mismo.

Me dirijo a la sala ya listo para ir al instituto, el auto esta estacionado en frente como si me estuvieran esperando solo a mí.

– Buenos días – saludo subiendo al asiento trasero.

En todo el camino había permanecido en silencio, tampoco escuche de lo que estaban hablando Gareth y mi madre.

– ¿Cierto Gael? – indaga mama estacionando frente a la institución. – Si – afirmo sin saber de lo que me está hablando.

Gareth suelta una risa de burla, lo ignoro bajándome del auto dirigiéndome a la clase que compartimos Alexa y yo, juntos vamos un año más adelantados que mi hermano y Alisse.

Alisse…

Pensar en lo que dijo estando borracha me hace sentir mal, quiero creer que lo dijo solo por decir o porque el alcohol hizo que delirara por un momento.

Pero sé que no es así, porque si lo dijo en estado de ebriedad es porque…

Tal vez sea cierto.

Siente por mí, lo que yo siento por su hermana.

Estoy en el último banco de la fila, esperando que ella se adentre por esa puerta.

Y justo así sucede, Alexa camina hasta uno de los asientos del medio sin dirigirme la mirada, sabía que esto iba a suceder.

Lo sabía.

Y por eso se lo dije antes del viaje, tal vez por miedo a que me rechazara o se portara indiferente conmigo, como lo está haciendo ahora.

Empieza la clase, y no dejo de mirar el lugar en donde se encuentra Alex, ella no volteo en ningún momento a mirar hacia donde yo estaba, le hubiera dicho que mi secreto era cualquier otra cosa, o que iría a terminar el año en otro país y que luego seguiría estudiando un año más, pero las cosas entre ella y yo no iban a cambiar, seguiríamos siendo lo que éramos y para ella solo somos amigos, en cambio…

Para mí, para mi es más que eso.

– Isabela, Alexa, Luis y Gael… – habla la maestra sacándome de mis pensamientos.

¿Qué yo que?

– La obra se presenta el viernes – da las indicaciones para la obra de teatro que debemos realizar.

– Yo seré Malia – habla Isa acercando su silla a la de Alexa. – Entonces yo seré Jaina – pronuncia Alex mirando el guion que nos dio la profe.

– Podemos reunirnos en mi casa – Isabela es quien habla, miro el guion que tengo en la mano, el título de la obra es “La despedida”

Miro a Luis que está enfrente de mí. – Elige – hablo viendo el papel que tengo en mis manos.

– Emm JoseLuis, va con mi nombre – asiento mostrándole una sonrisa. Entonces a mí me tocara interpretar a André.

– O mejor si cada uno ensaya su parte – el compañero que se encontraba en el asiento de enfrente es quien habla.

– Estoy de acuerdo con eso – hablo dirigiéndome a Luis.

– También estoy de acuerdo – exclama Alexa mirándome por primera vez desde que entró por esa puerta.

– Ok, lo ensayamos por separado, luego el viernes entramos en acción y ya… ¿Qué puede salir mal? – suelta Isabela marchándose hacia la maestra.

– ¿Se puede cambiar de grupo? – se queja mirando hacia nosotros. – No, Isabela – la responde la maestra concentrada en los apuntes.

Isabela roda los ojos saliendo de la clase, miro a Luis con una sonrisa y hago lo mismo con Alex, pero ella se marcha sin mirarme, al instante esa sonrisa desaparece de mi rostro.

Salgo del salón dirigiéndome a casa leyendo el guion para lo obra, el instituto no queda tan lejos de casa, mis ojos viajan a la descripción del joven que voy a interpretar.

André: Un joven de 18 años que está a punto de morir.

Qué vida tan desafortunada.

La obra se trata de un joven que al enterarse de que iba a morir, no pensaba en nada más que en eso, hasta que conoció a Jaine, la protagonista que le dio sentido a su vida hasta que una decisión lo cambia todo…

No entiendo para que haremos esto, a mí no me gusta la actuación, pero todo sea por salvar la materia y…

Trata de despedidas, vaya coincidencia.

Estaba llegando a mi casa cuando de pronto veo a Alisse regando las plantas que están en frente de su casa.

– ¿Cómo amaneciste después de la borrachera? – bromeo acercándome a las barandas que rodean el jardín.

– No me lo recuerdes, todo el mundo habla de lo divertido que es emborracharse… – hace una pausa tirándose un poco de agua en el rastro. – Pero nadie habla de la resaca – me causa mucha ternura, yo no podría mirarla de otra forma y por lo visto no recuerda lo que dijo.

– ¿Y no recuerdas como llegaste a tu casa? – indago acomodándome la mochila por la espalda. Alisse cierra el grifo de agua entrecerrando sus ojos, como si lo estuviera pensando, una expresión de sorpresa aparece en su rostro, deduzco que ya lo recordó.

– Te vomite. Ash lo siento – exclama al mismo tiempo que su mirada se pierde en el césped.

Yo aún seguía mirándola, esperando a que recuerde lo que me había confesado ayer, ella levanta la mirada encontrándose con la mía, se tapa la boca mostrándome una expresión de sorpresa, involuntariamente volteo mirando hacia atrás viendo a Alexa acercarse.

– Nada de lo que haya dicho es cierto – comenta Alisse haciendo que vuelva a mirarla.

– Ok, entonces no dijiste nada – hablo al ver que ella asiente con la cabeza.

Alexa llega hasta nosotros y se adentra a su casa sin siquiera mirarme.

– Alex – la llama Alisse, voltea mirando solo a su hermana. – ¿No dije nada vergonzoso ayer? – susurra muy cerca de Alexa, lo escucho porque no estoy muy lejos de ellas.