♚ Capítula XIV: Cadena de flores ♚

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C A P Í T U L O 14:

CADENA DE FLORES

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" El que busca encuentra, pero quién sabe si está preparado para enfrentar la respuesta. "

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—Entonces —habló mi tío contundente—, estaremos cerca de ustedes, sí, le daremos su espacio pero por cualquier cosa recuerden tener sus celulares a la mano, uno nunca sabe. 

—Despreocupese un poco señor, ya no somos niños —habló Rubén relajado, tentando a su muerte.

—Tú, chamaquito —señaló el padre de mis primos—. Ni sabes limpiarte la cola y me quieres dar lecciones de vida —entornó los ojos receloso—, será mejor que te portes bien y respetes tus límites.

El aludido trago grueso incómodo, ah, pero querías verte cool, ¿verdad?

Siseó un “entendido” y se escondió detrás de Héctor quien estaba a lado de su novia.

Tío Fito dijo las últimas instrucciones siendo apoyado por mi madre y su esposa, nos dió la bendición y emprendimos nuestro viaje por separado (a corta distancia) de ellos.

—Tian, no olvides lo que platicamos —oí a lo lejos la voz de su padre como un lamento desesperado.

—Sí papá, yo me encargo —respondió laxo, provocando una mueca a su padre que exudaba todo menos tranquilidad. 

Christian recobró el paso y se posicionó entre su hermana y yo, del otro lado estaba Tamara junto con su novio, en el final de la cola yacía el conocido recién intimidado.

El primer lugar a explorar era el Museo de Minería Bartolomé de Medina. Previo a mi invitación había meditado con mi madre la idea de venir aquí, más que nada debido a que para que te asignen un guía necesitas venir en un grupo de al menos veinte personas y aun si estuvieran todos nuestros padres no llegaríamos al cupo. 

Sumado a que al ser vacaciones probablemente habría desabasto en este sector, por suerte mi madre trabajó con el museo en la traducción de unos documentos para una presentación en Estados Unidos y gracias a ello pudo mediar para conseguir una presentación.

—En México, la minería se ha caracterizado por ser intermitente a lo largo del tiempo —expusó loable la guía de turista una adulta joven ataviada de un traje sastre, pulcra con un chongo en el cabello, cambiando con un control las imágenes relacionadas en las pantallas led—. Pachuca-Real del Monte se distingue por ser uno de los distritos mineros productores de plata más antiguos en México desde 1552, siendo metalogenética denominada Eje Neovolcánico Mexicano, lo cual explica la presencia de depósitos polimetálicos de plata, plomo, zinc, cobre y oro.

Es curioso, pese a la palabrería que soltaba a cada dos por tres no sentía ningún letargo o atisbo de aburrimiento. A lo mejor era debido a su tono suave y atrayente o al fuego en su mirada por explicar algo que le apasionaba, el chiste era que los seis a su alrededor le ponemos tanta atención que seguro nuestros profesores la envidiarían. 

La fémina nos mostró muchos objetos como herramientas, trajes, vehículos, utensilios y demás elementos empleados alguna vez en las minas; algunas anécdotas, datos duros y una que otra presentación interactiva donde, usábamos lentes en 3D o teníamos contacto con cierto tipos de escenarios mineros.

—Llegando al final —la guía se detuvo a lado de una mini estatua masculina  del pecho para arriba—, ¿recuerdan el nombre del museo?

—Museo de Minería Bartolomé de Medina —respondió Christian animado.

—Correcto —felicitó con un pequeño aplauso—. Ahora, ¿quién fue Bartolomé de Medina? —preguntó en forma retórica, abriendo las palmas en una mímica confusa—. Fue…

—El padre del beneficio de patio —le quitó la palabra Tamara—, que de hecho sin conocimientos formales en minería hizo una invención con algo previamente descubierto pero que la mayoría ignoraba.

—Exacto —concordó desconcertada, aunque rápidamente recuperó la compostura con profesionalismo y continuó—: Ese conocimiento lo obtuvo de un alemán metalúrgico al que él llamaba “el maestro Lorenzo”, este contacto lo tuvo…

—Porque se ganaba la vida como mercader en Sevilla, allí lo conoció —completó mi compañera emocionada.

La guía regresó a verla, cosa que la intimidó y cohibida se aferró al brazo de su novio.

—Jovencita —le llamó autoritaria —, ¿no quiere mejor acompañarme en la exposición? —su tono cambió a uno más cálido y amigable, sonriéndole acogedora. 

La susodicha abandonó los brazos de su amado para lanzarse a los de la guía, quien gustosa la recibió para empezar a compartirnos todos sus conocimientos acerca de la minería, mi compañera enfocada en la historias de individuos principales anudado a eventos relevantes en la historia mexicana y la segunda apuntando a factores puntuales de la minería y sus componentes.