Yo Sin Ti... ©

Capitulo 20

Hoy iremos a Portland con su agente para que firme el contrato y por fin sea flamante adquisición de Blazers. Nos espera unas cuantas horas de viaje hasta allí y este trayecto no puede hacerlo todos los días para ir a entrenar. Tendré que hablar con mi padre para conseguir un puesto en la empresa que se ubica en la ciudad y vivir allí con William. No creo que sea necesario buscar un reemplazo, ya que está Josh para cubrirme. Estudiamos la misma carrera, tranquilamente puede ejercer en ese puesto.

 

Unas noches atrás, fue algo único hacer el amor, más si la otra persona siente lo mismo y eso me hizo sentir viva, tanto por dentro como por fuera. Es una sensación diferente, diferente de la buena manera, demostrándonos el amor mutuo que nos tenemos. Nos hemos unido más, esa timidez que tanto me caracterizaba, ha quedado a un lado de mi personalidad, mostrándome diferente a él. Una vez que entrábamos a su habitación, simplemente nos perdíamos uno en el otro, llenándome de él y él de mí, llevándonos a otro mundo. En estos últimos días se ha vuelto una rutina, hacer el amor y luego dormir rodeada en sus brazos.

 

William me ha estado convenciendo de que vaya con él a su presentación en los últimos dos días, lo cual me negaba... ¿Qué haría allí? No soy de esperar mucho tiempo, en este caso horas de espera y nunca he salido de la ciudad y por ese motivo tengo miedo de perderme. Si quieres que tu pareja sea feliz, tienes que cumplir con lo que te pide, y eso fue lo que hice. No importa las consecuencias que tengas y si no lo tienes, mucho mejor.

 

- Date prisa que llegaremos tarde.- William me saca de mis pensamientos.

 

Me encuentro en su baño dejando que el agua tibia caiga sobre mi cuerpo. Una vez que termino, me cubro el cuerpo y el pelo con dos toallas. Salgo del lugar secándome el cabello, chocando contra algo duro y muy familiar. Oigo que la puerta cerrarse empujándome contra ella, sintiendo un par de manos sobre los lados de mi cadera.

 

- Necesito cambiarme William, tenemos poco tiempo y mucho menos para arreglarme.- sonrío ante la electricidad que recorre por todo el cuerpo.

 

- Todavía nos queda media hora para irnos.- dice besando mi hombro.- Además, me encanta ver que tu cuerpo cubierto solo con una toalla.

 

- Pero el viaje es largo y en un par de horas tenemos que estar...- digo poniendo los ojos en blanco.- Además se te está haciendo costumbre apresarme contra la puerta del baño.- lo miro sonriendo.

 

-Me gusta que estés distraída, no te das cuenta de que estoy aquí.- une sus labios a los míos- No te preocupes, nos vamos en mi avión.- abro los ojos... Tendría que acordarse de mis miedos.

 

- ¿T-Tienes un avión? Solo lo dice una persona que me quiere gastar una broma.- me río pero me mira serio- Dime que te acuerdas que le temo a la altura...

 

- Lo recuerdo muy bien, pero vas a estar conmigo.- empiezo a respirar aceleradamente.

 

- Me aterra la altura y tú bien lo sabes, hemos pasado un momento desagradable por esto. La rueda de la fortuna, ¿Recuerdas?- fue la experiencia más desagradable que he tenido en mi vida, un tiempo antes de irse. Miro un punto perdido ante ese recuerdo.

 

- Tú misma has dicho que el camino es largo, por aire vamos a estar en menos de lo que canta un gallo.- me río. Es una frase que mamá decía cuando estaba en apuros- Además tengo algo planeado, ni te darás cuenta de que estamos volando.- le golpeo el hombro sonriendo negándole con la cabeza al imaginarme su idea y me guinea un ojo.

 

Da unos pasos alejándose de mí y se va del cuarto con una sonrisa, dejándome sola para vestirme. No tardo mucho en hacerlo... Empiezo poniéndome la ropa interior clara, un vestido de verano y por último mi camisa favorita, lo cual William dice que le trae buena suerte. No sé si será cierto o no, y para mi buena suerte me queda perfecto.

 

Me acerco a un espejo que se encuentra a unos pasos y trato de maquillarme un poco. Mi hermana tuvo la consideración de colocar el nombre a cada uno de ellos y me enseñó como combinarlos. Así que utilizo lápiz de ojos negro, sombra violeta, un poco de rubor... Y listo, tarea terminada.

 

Mirándome en el espejo de nuevo, quedo satisfecha de mi trabajo. Veo que mis ojos son más llamativos con estos colores oscuros a su alrededor. Una vez que estoy lista, salgo de la habitación, dirigiéndome a la planta baja. Allí me espera él, viéndome con la boca abierta, sorprendido y la señora Jones con una sonrisa en su rostro.

 

- Te ves hermosa mi niña.- ella me saluda con un abrazo- Te he preparado el desayuno, pero William me dijo que tienes miedo a la altura y no es recomendable ir con el estomago lleno.- saca algo de su bolsillo y me lo entrega- Para que no vayas sin comer, tendrás que consumir una barra de cereal.

 

- Muchas gracias, señora Jones...- me mira con una ceja levantada, seria- Disculpe Ally.- me sonríe.

 

- No hay de que...- ahora mira a su hijo- Y tú la cuidas. En estos casos, tienes que estar a su lado y no separarte de ella ni un segundo.



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Editado: 09.04.2018

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