Yo te quiero.

18. El sendero.

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Sofía.

—¿Qué haces? —pregunta Aitana, saliendo del baño, me levanto de la silla que tenemos al frente para esperar el baño, pero con su mano niega —. Es mejor que lo dejes respirar un poco —hago una mueca, para volverme a sentar—. ¿Hoy van a salir?

—Si, solo que no sé a dónde. 

—O sea que Mateo si es de sorpresas —alza las cejas con sorpresa—. Es toda una cajita misteriosa.

—No, no lo es. Solo que él tampoco sabe donde iremos a parar —contesto. 

Quedamos en tener una cita desde hace una semana, pero con esto que ahora haya tenido que buscar trabajo lo ha tenido sin tiempo para mí. Nunca lo había pensado, pero desde que Mateo no vive al lado es muy difícil vernos. No es que viva lejos, pero tampoco está cerca y además tampoco puedo estar en su casa sabiendo que también vive Jared allí y que a mí tampoco me queda tiempo de ir de visita. Lo que se reduce a que ahora solo nos podemos ver solo en la universidad. Lo que jamás me planteé es que tenerlo lejos iba a costar un poco más, y más que ahora cada quien tiene sus pendientes. 

Con respecto a todo lo de su familia, Santiago me ha dicho que los Collins no han vuelto a molestar, sin embargo, solo ha pasado una semana y se supone que fue el plazo. Ninguno se habla con Elena, cosa que ha generado que la vecina se mantenga más acá de lo que a cualquiera le gustaría —Sacando a papá—, porque al parecer ni los chicos ni ella se quieren cruzar. No voy a negar que el solo pensar que Elena oculta algo me genera intriga, y también temor sobre si ella es buena o mala. 

—Eso sí suena como Mateo —se recuesta en la pared del pasillo—. Mira que ayer me encontré con Chloe y a mí me pareció si me vio, sin embargo, solo se dio la vuelta y no me saludo —Arrugo el ceño. 

—¿En serio? No la he visto mucho en la universidad, con el que siempre me encuentro es con Will —Y ambos son de los que siempre nos saludaban y se la pasaban juntos—. Ahora que lo pienso Grace solo me ha sacado excusas por el teléfono sobre que está ocupada y no nos hemos visto. 

—¿Estará pasando algo? Porque son las únicas dos que están así. Hongi y Will cuando me ven siempre me saludan —bostece, llevando una de sus manos a la boca para taparse. 

—Voy a intentar acorralar a Grace el lunes a ver qué pasa. 

—Buena idea —apoya. Me levanto esta vez para poder entrar al baño, que aunque no ha salido las flatulencias que Aitana dejó, es pasable—. Es tu culpa por querer entrar al baño justo después de yo —dice, marchándose y yo cerrando el baño.

Me doy una ducha, esta semana ha sido muy estresante todo lo de Edward me tiene abrumada, con temor y sin saber que nos espera con solo dar un paso. Cualquier persona diría que tengo una vida tan común, y de cierta manera la tengo, pero al parecer como familia no y es precisamente eso lo que hace que este estresada. Justo no es que no sepamos con exactitud todo lo que necesitamos saber, porque Holly nos lo dijo: nosotras no somos conscientes de muchas cosas. El problema es que es así como no sé qué hace para ayudar. 

—Hola, Sofía —saluda Jared, dándome espacio para pasar a la casa—. ¿cómo estás?

—Supongo que hay días mejores —le regalo una sonrisa que se vuelve una mueca.

—Te ves algo decaída, ¿motivo? —cierra la puerta, caminando detrás de mí para llegar a la sala—. Pregunto porque no es habitual verte de esa manera. 

—Tu sabes todo de mi familia, ¿no? —Él asiente—. Lo de Edward me tiene abrumada. Esto de que papá ya ha hecho mil cosas para la esperada del bebé, porque están preparando el baby shower. De verdad que estar viendo cómo comprar cosas para una celebración, lo feliz que está del nuevo integrante solo me hace sentir que papá quiere formar pronto su vida con Elena. Hasta escuché que hablaban de hacer unos arreglos para que ambas casas quedaran juntas —Suelta una pequeña risita—. Y lo peor no es eso, ayer en la mañana discutió con Aina porque está pensando en entrar a la habitación de Layla para ver si esa puede ser la habitación del bebé.

—¿Qué? —pregunta con incredulidad—. A ver, lo otro es algo que ustedes deben aceptar, los bebés vienen a ocupar tu lugar, y todo por la sencilla razón que son pequeños y solo saben dormir y comer. Y sobre mi amorcito de verdad espero que no se tenga que arrepentir por eso —con esto último de verdad parece enfadado—. Mateo no demora en vestirte, me retiro porque si no me voy a enfadar más con el idiota del señor Mark. 

—No tendría porque enfadarte —alego. 

—Oh, Sofía, créeme que sí. Odio cuando se meten con los míos, no soy como muchos me conocen—declara, antes de salir por el pasillo. 

No sé si lo que está haciendo papá está mal o no, pero de que lo tiene teniendo problemas con Aina, está muy claro. 

—¿Esa es la cara que pones cuando vas a salir conmigo? —pregunta al llegar Mateo. 

Mi corazón salta al verlo. Con una ropa casual —muy normal en él—, me deja sin habla. Unos pantalones negros de dril, un buso de manga larga y cuello alto rojo, unos zapatos sencillos negros y está vez no está utilizando sus habituales gorras. Mateo no se viste como cualquiera que quiere vestir a la moda, solo se pone lo que haga que se sienta cómodo. Es algo que me llama la atención de Mateo, pese a burlas de muchas personas no ha hecho nada para cambiar eso. Mi novio es guapo, pero contiene una belleza sencilla, en cuanto a la personalidad a cualquiera no le caería bien al principio por la sencilla razón de que hablar con él es tener presente que los monosílabos serán lo único que reciban. 



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En el texto hay: secretos, vecinos, chico nerd y chica popular

Editado: 24.12.2021

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