Zehra. Un nuevo comienzo

Capítulo 31

Esa misma noche partieron a la cabaña, que quedaba unos cuántos kilómetros de la casa. Hilda tuvo intenciones de ir pero su padre se lo impidió.

 

- Tienes que quedarte, no puedes faltar más a la escuela.

 

Hilda quedó bastante decepcionada con la respuesta de su padre, hasta incluso hizo puchero, pero de inmediato zehra la tranquilizó.

 

- Cuida bien de mi hija, Zehra.

- Lo haré señor, no se preocupe.

 

Dicho esto, se subieron al vehículo y partieron, Yalisa fue en un vehículo aparte y parecía burlarse de las otras que se habían quedado en la mansión.

 

Sabiendo como era ella, las jóvenes ni caso le hicieron.

El viaje fue de más o menos una hora, y pronto llegaron a la cabaña.

Tanto el chofer que llevaba a Yalisa (que no era Fariq), y ella tomaron las maletas de los anfitriones y llevó a cada una a su habitación.

 

- Me imagino primo que no irás a dormir ahora, vamos, toma unas copas conmigo.

- Ekrem, sabes que no me gusta tomar.

- Ay Amir, no seas tan amargado. ¿Qué te va hacer un día? A veces pienso que eres demasiado correcto.

- Sino soy correcto, en varios líos me hubiera metido ya.

- Vamos Amir, acompáñame.

- Está bien - dijo exhalando un suspiro.

- ¡Eso! Así me gusta.

 

Ekrem sacó en un bolso una botella de vino.

 

- ¿Todo este tiempo, has cargado esa botella?

- Claro, sabía que aceptarías al fin y al cabo acompañarme - dijo sonriendo.

- A veces pienso que nos somos primos.

- Yo también pienso lo mismo, tu eres muy cuadrado y yo... un poco más ovalado. De todos modos, debes reconocer que nos llevamos bien.

- Eso es verdad.

 

Buscó en la alacena algunos vasos y se dirigió nuevamente al jardín con ellos. A lo lejos, Yalisa mientras cocinaba la cena, observaba de lejos a los dos jóvenes, ¿qué estaría pasando por su cabeza?

Ambos se sirvieron y luego de unas copas empezaron hablar animadamente.

 

- ... Pero dime primo, ¿no hay alguien que te arranque un suspiro?

- ¿De qué hablas?

- Bueno, pienso que después de tanto tiempo solo, puede existir alguien que nuevamente haya llamado tu atención. ¿No me vengas a decir que sigues recordando a Celia?

- ¡Por supuesto que no! - dijo con rabia - A esa mujer no puedo ni verla, le tomé tanto odio.

- Menos mal, pensé que sigas pensando en ella.

- ¿Por qué pensabas eso?

- Porque últimamente has estado bastante distraído y como... pensando en alguien.

 

Ya todos sabemos por donde iba Ekrem con sus preguntas.

Amir se quedó mirando su copa por unos segundos y luego respondió:

 

- Puede ver alguien...

 

"Así te quería agarrar" - pensó Ekrem.

 

- ¿Se puede saber quién?

 

Amir lo miró, sonrió y luego dijo:

 

- ¿Acaso piensas que estoy suficientemente borracho para decírtelo?

- ¡Amir! - dijo decepcionado Ekrem.

 

Amir rió con ganas.

 

- ¿Esa era tú intención de traerme aquí?

- En un principio sí, pero parece que fallé aunque... puedo saber quién es la persona que te gusta.

- ¿Ah sí? ¿Entonces para que me lo preguntas si lo sabes?

- Para que te seas honesto contigo mismo y deje de ocultar tus sentimientos.

 

El aspecto de Amir nuevamente se volvió serio y Ekrem siguió hablando:

 

- Todos sabemos lo mucho que sufriste por Celia, pero... no todas son igual a ella y menos... la joven que interesas.

 

Amir no dijo nada y siguió escuchando a su primo.

 

- Hace mucho tiempo, me le declaré, estar con ella... me hacía sentir especial además de ser la única quien habló conmigo en esa época cuando me trasladaron a su colegio, hoy parece haber cambiado un poco, se ha vuelto un poco más tímida y obviamente en su mente aún no piensa tener compromiso con nadie.

- ¿Cómo sabes eso?

- La conozco, veo que aún no está dispuesta de compartir su vida con nadie.

 

Amir lo quedó mirando pensativo y se sirvió un poco más de vino, Ekrem lo miró sonrió.

 

- Y eso que dices que no tomas.

- Aún estoy en mis cinco sentidos.

- De ser así - dijo poniéndose de pie -, ¿por qué no salimos a divertirnos? Debemos festejar que te has vuelto a enamorar.

- No Ekrem, eso si que no. Ve tú, te presto el auto si quieres pero por favor, no me lo choques.

- Ay, bueno que se le va hacer. Me voy entonces, pero te advierto, no tomes mucho más porque después no podrás llegar a tu habitación.

- Tranquilo, estaré bien.



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En el texto hay: historia, romance, drama

Editado: 02.06.2024

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