Esa misma noche partieron a la cabaña, que quedaba unos cuántos kilómetros de la casa. Hilda tuvo intenciones de ir pero su padre se lo impidió.
- Tienes que quedarte, no puedes faltar más a la escuela.
Hilda quedó bastante decepcionada con la respuesta de su padre, hasta incluso hizo puchero, pero de inmediato zehra la tranquilizó.
- Cuida bien de mi hija, Zehra.
- Lo haré señor, no se preocupe.
Dicho esto, se subieron al vehículo y partieron, Yalisa fue en un vehículo aparte y parecía burlarse de las otras que se habían quedado en la mansión.
Sabiendo como era ella, las jóvenes ni caso le hicieron.
El viaje fue de más o menos una hora, y pronto llegaron a la cabaña.
Tanto el chofer que llevaba a Yalisa (que no era Fariq), y ella tomaron las maletas de los anfitriones y llevó a cada una a su habitación.
- Me imagino primo que no irás a dormir ahora, vamos, toma unas copas conmigo.
- Ekrem, sabes que no me gusta tomar.
- Ay Amir, no seas tan amargado. ¿Qué te va hacer un día? A veces pienso que eres demasiado correcto.
- Sino soy correcto, en varios líos me hubiera metido ya.
- Vamos Amir, acompáñame.
- Está bien - dijo exhalando un suspiro.
- ¡Eso! Así me gusta.
Ekrem sacó en un bolso una botella de vino.
- ¿Todo este tiempo, has cargado esa botella?
- Claro, sabía que aceptarías al fin y al cabo acompañarme - dijo sonriendo.
- A veces pienso que nos somos primos.
- Yo también pienso lo mismo, tu eres muy cuadrado y yo... un poco más ovalado. De todos modos, debes reconocer que nos llevamos bien.
- Eso es verdad.
Buscó en la alacena algunos vasos y se dirigió nuevamente al jardín con ellos. A lo lejos, Yalisa mientras cocinaba la cena, observaba de lejos a los dos jóvenes, ¿qué estaría pasando por su cabeza?
Ambos se sirvieron y luego de unas copas empezaron hablar animadamente.
- ... Pero dime primo, ¿no hay alguien que te arranque un suspiro?
- ¿De qué hablas?
- Bueno, pienso que después de tanto tiempo solo, puede existir alguien que nuevamente haya llamado tu atención. ¿No me vengas a decir que sigues recordando a Celia?
- ¡Por supuesto que no! - dijo con rabia - A esa mujer no puedo ni verla, le tomé tanto odio.
- Menos mal, pensé que sigas pensando en ella.
- ¿Por qué pensabas eso?
- Porque últimamente has estado bastante distraído y como... pensando en alguien.
Ya todos sabemos por donde iba Ekrem con sus preguntas.
Amir se quedó mirando su copa por unos segundos y luego respondió:
- Puede ver alguien...
"Así te quería agarrar" - pensó Ekrem.
- ¿Se puede saber quién?
Amir lo miró, sonrió y luego dijo:
- ¿Acaso piensas que estoy suficientemente borracho para decírtelo?
- ¡Amir! - dijo decepcionado Ekrem.
Amir rió con ganas.
- ¿Esa era tú intención de traerme aquí?
- En un principio sí, pero parece que fallé aunque... puedo saber quién es la persona que te gusta.
- ¿Ah sí? ¿Entonces para que me lo preguntas si lo sabes?
- Para que te seas honesto contigo mismo y deje de ocultar tus sentimientos.
El aspecto de Amir nuevamente se volvió serio y Ekrem siguió hablando:
- Todos sabemos lo mucho que sufriste por Celia, pero... no todas son igual a ella y menos... la joven que interesas.
Amir no dijo nada y siguió escuchando a su primo.
- Hace mucho tiempo, me le declaré, estar con ella... me hacía sentir especial además de ser la única quien habló conmigo en esa época cuando me trasladaron a su colegio, hoy parece haber cambiado un poco, se ha vuelto un poco más tímida y obviamente en su mente aún no piensa tener compromiso con nadie.
- ¿Cómo sabes eso?
- La conozco, veo que aún no está dispuesta de compartir su vida con nadie.
Amir lo quedó mirando pensativo y se sirvió un poco más de vino, Ekrem lo miró sonrió.
- Y eso que dices que no tomas.
- Aún estoy en mis cinco sentidos.
- De ser así - dijo poniéndose de pie -, ¿por qué no salimos a divertirnos? Debemos festejar que te has vuelto a enamorar.
- No Ekrem, eso si que no. Ve tú, te presto el auto si quieres pero por favor, no me lo choques.
- Ay, bueno que se le va hacer. Me voy entonces, pero te advierto, no tomes mucho más porque después no podrás llegar a tu habitación.
- Tranquilo, estaré bien.