°°°
Mi suicidio fue interrumpido por salvar a una hermosa chica.
Nisiquiera yo lo creo, en realidad ella me salvo y logre que cediera para llevarme consigo. Mencionó que me llevaría a un lugar seguro así que no puedo perder esta oportunidad aunque deba cargar su pesado equipaje.
No sé su nombre y quizá nunca lo sepa desde que nos encontramos no ha bajado su arma ni un momento, tengo miedo de que olvide el trato y me asesine por detrás.
No me quejó es muy bella pero no me dirige la palabra para nada, creo que nuestra relación será entre ama (ella) y mula de carga (yo).
°°°
Guardé mi cuaderno en mi mochila/almohada para finalmente descansar del día más agotador de mi vida. Por fortuna ella también estaba cansada pero hay un nuevo problema es la primera vez que duermo demasiado cerca del alcance de los leprosos.
-¿Es seguro dormir aquí?
-Claro ¿Dónde te quedabas antes?
-Mi estilo era dormir al menos a dos metros por encima de los leprosos.
-Bien, esto es lo tendremos por las siguientes noches y haremos guardia por turnos.
-¿Quién comienza?
-Tú, hasta la 1 a.m.
-De acuerdo ¿Puedes darme un arma?
-No, si hay movimiento sólo avísame.
-¿No confías en mí?
-No.
-Entiendo ¿Cuánto nos tomará llegar a tu refugio?
-Uhmm cuatro días.
-¿Qué?- dije sorprendido- ¡Eso es mucho!
-Vale la pena, por cierto...
-¿Si?- debo estar soñando, ella por fin está hablando conmigo.
-¿Por qué los llamas leprosos?
-Porque eso parecen, sus cuerpos están en total descomposición.
-¿Sabes algo más sobre ellos?
-No, salvo huir de ellos. ¿Tú sabes algo más?
-Casi todo, dejémoslo para mañana- sus ojos estaban por cerrarse- Oye.
-¿Qué sucede?
-No intentes hacer una tontería.
¿Hacer una tontería? Por Dios no la mataría, no tengo armas y aunque las tuviese no podría hacerlo, robarle sería como perder mi única oportunidad de sobrevivir ¿Qué más podría hacer?
Estaba acostada sobre una manta y me daba la espalda, sus curvas podían apreciarse aún mejor. Ojalá la hubiese conocido antes de este holocausto zombie.11:
11:33 p.m.
Miraba mi reloj cada cinco minutos, es curioso; antes no me importaba desvelarme y ahora sólo espero por mi turno para descansar.
No puedo imaginar ni un sola cosa que no haya cambiado desde esto.
12:05 a.m.
Comencé a escuchar un par de ruidos, temí porque fuera otro grupo de muertos.
-¿Debería decirle o no? Si se trataba de una ardilla seguramente me mataría por despertarla, cálmate Andrew- los ruidos aumentaban- ¡Mierda no lo soporto más!
Me acerqué a ella y toque su brazo.
-¿Qué quieres?- me apunto en la frente.
-Creo que hay leprosos cerca, escucha.
Los ruidos habían cesado por completo, ella lucía fastidiada.
-Estas alucinando mejor vete a dormir, saldremos a las 5 a.m.
Se sentó y observaba detenidamente cada ángulo del bosque.
Aunque minutos antes me quejaba de miedo y cansancio ahora no quisiera perderla de vista, su rubio y largo cabello estaba desordenado incluso así se veía jodidamente sexy.
¿Cuál podría ser su nombre?
1:07 a.m.
-¿Qué tanto miras?
-Lo siento...
-Ya terminó tu turno puedes dormir.
-No puedo- puso los ojos en blanco.
-Entonces mira hacia otro lado, por favor.
Tal vez tenía razón, no quería que me echará por parecer un acosador.
4:56 a.m.
El ruido que hacia me despertó de inmediato- ¿Ya es hora?- dije frotando mis ojos.
-Si, toma las cosas.
-Dame un respiro al menos, chica- levantó su arma hacia mí- espera, espera ya voy- disparó- ¿Qué diablos te pasa?
-Muévete.
Ocho leprosos se acercaban a nosotros, se deshizo de ellos en segundos.
-Te agradezco mucho, por un momento creí que me apuntabas a mí.
-No te fíes- me arrojó su mochila- ya vámonos.
¿Enserio? Esta chica quiere matarme, creo que comienzo a tenerle miedo.