Zombies, Caos y su Mirada

Capítulo 8

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Por fin a terminado este día, demasiadas emociones para mi gusto. Hoy casi me quedé solo y aunque sigue adolorida me alegra tenerla todavía a lado, mirándome incrédula al escuchar que he matado por primera vez a un par de leprosos... ella me inspira a hacer cosas a las que antes no me atreví.
Se lo debo de todas formas, ella me salvo la vida y mucho más.

°°°

 

Hacía tiempo que no escribía una sola cosa pero no esta mal, eso significa que no estoy solo y tengo muchas cosas por hacer.


Me pidió que me detuviera en un lugar aparentemente seguro, dijo que prefería esperar unas cuantas horas a permitir que tengamos un accidente por mi culpa.


Comencé a acomodarme en el asiento cuando ella abrió la puerta y se fue sin decir nada.


¿Ella podría sentirse incómoda por dormir cerca de mí?
-Uff.


Volvió a entrar luego de unos minutos.


-¿A dónde fuiste?
-No te importa.


Me dio la espalda y se cubrió con su chamarra.

Debería quedarme dormido muy fácilmente tomando en cuenta las noches sin descanso, pero en cambio no puedo cerrar los ojos. ¿En verdad mi energía aparece cuando no la necesito?
El calor comenzaba a encerrarse dentro de la camioneta y yo me estaba sofocando. Será una noche jodidamente larga pero ella parecía estar normal.
Tenía miedo de hacer algo ya que era peligroso salir afuera y si dejaba abierto ella se molestaría y me diría idiota.


Repetía en mi mente una y otra vez -Debes soportarlo, es mucho mejor que estar afuera-

Aunque en realidad se sentía como el infierno.
Pensé por un momento en prender la calefacción pero resultaría aún más estúpido que salir allá afuera.
Cada minuto era aún más estresante que el anterior, mi alma pedía a gritos aire fresco, incluso un balde de agua helada no estaría nada mal en estos momentos.
De repente ella estiró su brazo y bajo un poco la ventanilla y después hizo lo mismo de su lado.


-Ahora déjame dormir- susurró.


Esta chica jamás dejará de encontrar una manera de decirme imbécil pero por esta noche le estaba sumamente agradecido o al menos lo estaba hasta que los ruidos de afuera inundaron la atmósfera.


-Tan sólo duérmete- me dije a mi mismo.


Podía escuchar algunos gruñidos entre el canto de los grillos, los leprosos estaban cerca, rezaba porque no nos descubrieran.


-Oye- le dije.
-¿Uhm?
-Hay leprosos cerca.
-Lo sé.


Volvió a cerrar los ojos.


-¿Cómo puedes estar tan tranquila?
-Están cerca más no son una amenaza- bostezo- es mejor que duermas, nos iremos por la madrugada.
-¿Estás segura?
-Si, muy segura.
-Bien. ¿Y cómo está tu pie?
-Mucho mejor, gracias.
-Me alegro.
-¿No puedes dormir?
-Uff no.
-Mañana llegaremos al lugar del que te hablé, será mejor que hayas descansado porque la líder te asignará tu labor en cuanto llegues.
-¿Tienen una líder?
-Si, como toda sociedad.
-¿Cómo la eligieron?


Esté podría ser un tema de conversación suficientemente extenso para que el cansancio al fín llegué.


-Pues... ella ayudó a las personas que encontró en su camino, primero reunió a cuatro personas, después seis... y ahora son casi treinta personas.
Como te imaginarás ella se ganó su lealtad y podría decir que está en sus genes ser una líder.
-¿Cómo la conociste?
-Cuando aún acampaban, ella y las personas que había rescatado hasta el momento fueron acorralados por un grupo de leprosos, sus municiones se habían agotado entonces no tuve más remedio que ayudarlos.
-¿Qué no tuviste más remedio?
-Ayudar siempre me ha causado problemas- me miró fijamente- ese día me acerqué por los llantos y los vi detrás de unos autos tratando de escapar de ellos... entonces les di tiempo para escapar mientras destruía cráneos.


Ella y su refinada forma de expresarse.


-Y me arrepentí al ver que eran más de los que podía matar.
-¿Cómo saliste de eso?
-Ella regresó y me ayudó, mientras sus cobardes compañeros corrían a refugiarse.


-¿Entonces son amigas o algo así?
-Uff sólo diré que es la persona que me desagrada menos.
-Ya veo. ¿Después que sucedió?
-Me pidió que me quedará y la ayudará. Me negué, pero te sorprendería lo persistente que es, entonces acepté, ella me permite hacer mi trabajo como yo quiera.
-Parece muy agradable.
Suena bastante prometedor.
-Su nombre es Hannia.
-¿Cómo es ella?
-Dejaré que lo descubras tu mismo, ahora vamos a dormir.

Mis oportunidades con la chica sin nombre son casi nulas, así que está nueva chica podría ser la ideal.
Justo ahora me siento emocionado por conocerla, la imagino como una mujer bella y por lo que dijo, debe ser una dulzura, tengo que darle una buena impresión mañana.



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En el texto hay: gore suspenso misterios, romance amor sangre

Editado: 19.01.2019

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