— ¿Cómo te llamas?
— Nada de nombres —susurro con una sonrisa ladeada—. Pero puedes llamarme tu dueña.
— Bien. Pero esta noche, la que te va a poseer soy yo, mi dueña.
Noche. Club. Sala VIP... El último sorbo de libertad antes de encerrarme en una jaula de oro.
Me acosté con un desco...
Hay en el texto:
pasion obsecion, prohibido amor, ella es mayor que el
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En proceso: 17 Mayo
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