Su sumisa por equivocación... ¡Actualizada!
Su sumisa por equivocación
Libro 2 de la Serie Por Equivocación
"En su etapa final"
Capítulo 38 El reencuentro
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Fragmento:
Me levanto del suelo y me dirijo hacia el baño para tomar una ducha con agua muy fría. Necesito congelarme el cerebro y así no pensar más durante el resto del día. Lleno la tina y me sumerjo dentro de ella y cuando los pensamientos comienzan a revolotear como cuervos para sacarme los ojos y picotearme el cerebro a través de los orificios, me hundo bajo el agua y permanezco en el fondo el tiempo suficiente para ahogar a los malditos y sacarlos de mi cabeza. Solo que el jodido timbre comienza a sonar en el momento más inoportuno y tengo que salir de allí completamente empapada para averiguar quién es el entrometido que se atrevió a interponerse en mi intento de asesinato.
Me pongo la bata de baño y en pocos segundos me detengo frente a la puerta. Observo a través de la mirilla y un inmenso ramo de hermosas rosas rojas obstaculiza la imagen de la persona que las trae.
Abro de prisa, curiosa por el envío y decidida a averiguar para quien está dirigido.
―Sí, buenos días ―pregunto como si el asunto no fuera de mi interés―, ¿en qué puedo ayudarte?
Pero lo cierto es que estoy a punto de brincarle encima, arrancarle el maldito ramo de los brazos y hacerme de esa tarjetita insidiosa que ahora mismo está taladrándome los ojos.
―Entrega para la señorita Montesano.
¡Mierda! ¡No-lo-pue-do-cre-er! ¿Para mí? ¿No será otro envío equivocado y tal como le paso a Claudia, la inquilina tiene mi mismo nombre que yo?
―¿En serio no te has confundido de puerta?
Me quedo estática esperando su respuesta, con los nervios de punta y completamente emocionada.
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