Una probadita de mi nueva novela: $ugar Daddy
Relato: $ugar Daddy.
Autor: Wilian Arias
Yo soy; Maddi, y mi caso sucedió así: conocí a mi sugar de una manera no especial, el me pretendía, era una de las tantas hermosas camareras de uno de los tantos clubs nocturnos que tenía él, un día perdí mi trabajo, no tenía ni para pagar mi renta, mucho menos para comer algo digno, me desalojaron, no tenia adonde ir, me acordé de él, que me había estado tunanteando, y lo busqué, le dije lo que hizo su gerente, porque me había estado pidiendo favores sexuales a cambio de darme más horas en el trabajo, y con todo y eso, no buscaba que corrieran al asno asqueroso que me acosaba, pero entre un gerente y un patrón que me ofrecían lo mismo, sexo, preferí quedarme con el patrón, que aunque fuera más viejo que yo, al menos me daría una posición, en cambio si cedía a los acosos de mi jefe, mas tarde que temprano me quedaría siendo solo la amante de un tipo al que echarían de su trabajo, porque quizás otra chica lo demandara por lo mismo que me hacía a mí, yo solo fui más inteligente, me aproveché del amor que el viejecito me ofrecía a mí, y heme aquí, muchos años después, soy la esposa de Hans Amarak, la señora que un día quise ser, pero sin felicidad, todo lo tengo, choferes, mucamas, amas de llaves, guarda espaldas, gimnasio propio, autos, comidas de lujo exquisito, y aquel susodicho que me corrió del trabajo, sigue siendo empleado, ahora agacha su mirada y me trata con reverencia, siempre que me mira, me llama; señora, esa noche creyó que le iba a rogar porque me devolviera el trabajo, pensó que iría a su oficina a buscarlo y desnudármele a cambio de mantener mi trabajo, pero no. Ahora lo tengo todo, me casé por necesidad, no tenía más opciones que la desesperación y el destino al suicidio, y eso no lo quería hacer, y si me preguntan ahora ¿lo volverías hacer? Diría que sí, solo que esta vez no me casaría, me mantendría como una querida mas, porque estoy arrepentida de haberme casado con él, ni toda su fortuna pueden conseguir que lo amé. Espero que la gente entienda que los demás hacemos cosas malas no siempre por maldad, sino porque a veces nos vemos orillados a proceder así, quizás era solo por salvar mi vida, o por lo que sea, no es bueno juzgar la desesperación ajena, porque no se sabe lo que pasa por la mente de una persona desesperada, sino se ha vivido en carne propia. Tengo más de lo que un día creí llegar a tener, pero carezco de libertad, porque vivo en esta prisión de oro, donde tengo cámaras hasta para ir al inodoro, empleados que custodian hasta mis nalgas. Escribo estas líneas minutos antes de que mi marido se enterara de que lo aborrezco, y este planeando mi muerte, porque me prefiere muerta que divorciada, y como adiós, quiero dejar constancia de que ser la esposa de una persona a la que no se ama, no es solo por que sea un sugar daddy, sino que hay muchos matrimonios que no se aman, y siguen viviendo juntos, no hay diferente entre mi matrimonio por interés que uno de por amor, en ambas opciones siempre hay uno que da más que otro, después de todo el amor es negocio más grande que puedes hacer, inviertas lo que le inviertas, siempre habrá el riesgo de quedarte en la ruina.
Para conocer más de mi historia, pronto podrás leer la novela completa, titulada: Sugar Daddy.
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