NOVELA CANDENTE DE MAFIA Y FANTASÍA
Mientras ella se lanza a los brazos de su protector. Aprovechando para inhalar su aroma a pinos y tierra fría, a la vez que le susurra al oído.
—Esta noche voy a ser tuya —jura Brenda pasando su mano morena por el cuello y hombro del hombre.
Es entonces que él la levanta en brazos, como si fuese una novia que acaba de casarse y la lleva a su cabaña, dónde la coloca en una cama, donde ella se sienta. Y en ese momento él se puso a recorrer cada parte de su cuerpo bajo la ropa húmeda que traía puesta. Pero aprovecha esto para atraer al hombre a su cama, donde ella empieza a quitarse su vestimenta húmeda, comenzando por la parte de arriba, donde le muestra sus hermosos pechos al hombre del bosque.
—Te gustan mis pechos —pregunta Brenda juguetonamente.
—Son divinos —le responde él, sentado en una posición donde se notaba como su miembro se empezaba a poner erecto, signo de lo excitado que ya se encontraba.
—Parece que tu amigo quiere jugar, permíteme ayudarte —se ofrece ella acercando su mano al hombre para detenerse de repente—. Sabes me parece injusto que yo me esté desvistiendo y tú continúes vestido.
El hombre del bosque entiende perfectamente el mensaje y procede a quitarse su ropa, quedando desnudo rápidamente, mostrando su erección, ahora completamente libre.
—Dulce Ave María... que es grande —exclama Brenda para luego acercarse nuevamente al miembro del hombre.
Es así como ella, con una mano, empieza a jugar, haciendo gemir al hombre. Notando el aumento de su excitación empieza a lamer la punta para luego empezar a insertárselo en su boca, empezando por la mitad, hasta sentir que él empuja levemente su cabeza para abajo, dándole completa seguridad para seguir adelante.
—¡Ah! Brenda se siente delicioso —le dice el hombre del bosque gimiendo como un oso en primavera.
Ella también gemía, pero al tener la boca ocupada no se le entiende nada, por lo que solo se dedica a degustar del miembro del hombre, gimiendo despacio.
En pocos momentos, la lujuria empezó a apoderarse de la situación, pues el hombre decide ser más asertivo al agarrar su cabeza y empezar a controlar su vaivén. Brenda empieza a gemir con más fuerza al saber que él hombre del bosque intentaba, haciendo que le cueste respirar. Unas pequeñas lágrimas empezaron a salir de ella cuando siente que la punta llega a su garganta.
—Brenda... —dice él entre gemidos—. Estoy por... ¡Ah!
Él acaba en su boca y no podía hacer nada más que emitir gemidos ahogados. Cuando siente la retirada del grueso miembro de su boca, deduciendo que su carga se había vaciado. Pero eso era lo de menos, pues Brenda se pone a respirar con normalidad, a la vez que se relamía los labios.
—Ay bruto... no sabía que te gustara la rudeza chico malo… Ojalá haya más de donde vino —dice ella sin el más mínimo pudor.
—Estate segura de que si —responde él y en ese momento tumba a Brenda en la cama, bajando a su entrepierna, donde se queda viendo su entrada y procede a lamerla con su lengua, provocando que Brenda Abigaíl Bogita gimiera más alto.
—¡Ah h! Si me gusta como me lames ¡Ah! ¡Ah! —lanza ella unos gemidos que inundan, junto con la lujuria del hombre en su entrepierna, todo el ambiente.
Pero el montañés siguió con su trabajo, donde en un momento uso su lengua para llegar más profundo, provocando gemidos aún más intensos en Brenda.
—¡AH! ¡AH! ERES TAN BUENO Sigue ¡AH! ¡AH! ME ESTOY POR VENIR ¡AH!
—Pues espero que te vengas demasiado —le responde el hombre del bosque y esa fue la gota que derramó el vaso.
Brenda acaba sobre su cara, empapándolo en sus jugos.
...
Llegar tarde a su escuela no era algo que le gustara precisamente a Brenda. Pero el sueño de ayer había sido tan placentero que su despertador no logró levantarla a tiempo. Por lo menos su colectivo había llegado rápido, por lo que se baja rápidamente del mismo y se dirige a la entrada más cercana a su Facultad de Humanidades, que contaba con un camino establecido para peatones y motociclistas, aunque a su derecha estaban estacionados varios vehículos de profesores que ella ignoró y revisó en cambio su celular, para saber la hora. Justo entonces siente que la agarran por detrás y aunque ella intenta dar pelea, un trapo húmedo en su boca, le empieza a causar mucho sueño........
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