Una loca para el Millonario (Nueva historia)

Hola mis amores, no pude aguantarme y he subido la sinopsis de una nueva historia.

Si te gusta el humor, no te puedes quedar sin leer esta historia.

Dereck es un hombre que lo tiene todo, dinero, presencia, estatus social. El problema de este hombre es que es muy temperamental, controlador y de mal carácter y su mejor amigo lo señala como amargado.

Su empresa y su trabajo es lo único que le importa. Ahora está detrás de un proyecto importante y para ser el dueño total de ese negocio debe representar ser un hombre de familia.

Patrañas.

Nunca tomará a una mujer como su esposa, pero este pensamiento desaparece cuando se tropieza con una chica con atuendo de hombre.

―¡¿Acaso no ves por donde caminas?! ―Sacude su traje furioso.

―El que debe ver por dónde anda es usted.

―Estúpida―Murmure tratando limpiar su costoso traje, pero ha quedado arruinado.

―Estúpido, usted, idiota amargado.

―¿Qué dijiste?

Odia esa palabra, su mejor amigo no hace más que recordármela.

―Lo que escucho― Levante mi rostro y observe a este fenómeno que se cree que puede insultarme como se le da la gana.

¿Acaso no sabe quién soy yo?

―Mira pedazo de mierda, tú a mí…―Ni siquiera puedo continuar hablando cuando siento un fuerte golpe en mi parte baja ―¿Qué?―Caigo de rodillas con las manos en mi entrepierna sintiendo un fuerte dolor.

―Ten cuidado cómo me hablas.

―Hija… de puta― Logre articular ―¡Ahhhhh!

Ahora no solo tengo un dolor en mi ingle, esta loca ha sacado un spray de gas pimienta y lo ha echado directamente en mis ojos.

―Señor, ¿Está bien? ―Uno de los de mi equipo de seguridad se acerca.

―Atrapen a ese fenómeno― No puedo moverme, no puedo abrir los ojos. Esa maldita me ha dejado prácticamente en el suelo sin saber qué hacer.

―Disculpe, señorita…. ¡Ahhh!― Se escucha varios golpes haciendo que entreabre los ojos un poco y vea la silueta de sus guardaespaldas en el suelo, retorciéndose con sus manos en la entrepierna y sus ojos bañados en gas pimienta.

¿Quién putas es esta loca?

Unas horas después de ser revisado por mi médico personal me encuentro en mi oficina. Aún me duele abajo y por más gotas que me han aplicado de los ojos me siguen ardiendo. Lo peor de todo es que tengo a mi mejor amigo en la silla de frente burlándose de lo ocurrido.

―Dios, debo conocer esta chica y hacerle un monumento.

―Lo que voy a hacer es destruirla―Gruñí ―Voy a vengarme y aplastarla como la cucaracha que es.

―Entonces si quieres vengarte de ella, obligarla a casarse contigo, no hay peor infierno que estar a tu lado― Dice con burla.

―No es mala idea.

―¡¿Qué?!― Deja de reír ―¿No estás hablando en serio?

―Esa chica me golpeó, me humilló, hizo lo que nunca nadie se ha atrevido hacer y le haré pagar por ello. Voy a tenerla suplicando de rodillas mi perdón y lo voy a disfrutar.

Afirme apretando mis manos.

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