"Amor Místico", Diaro de Desarrollo #1

Cuando empiezo a escribir una historia, necesito una semilla.

Normalmente, esa semilla es un escrito que escribo en primera persona. Un escrito en el que determino ciertos elementos del mundo y de los personajes.

Esta costumbre viene desde mi lectura de un pasaje en un libro de rol sobre vampiros. En el libro, el primer texto introductorio estaba escrito en primera persona, desde el punto de vista de un vampiro que le explicaba a otra persona la naturaleza de los vampiros. Esto debido a que dicha persona quería ser convertida en vampiro. Lo que siempre se me hizo interesante es que el único con diálogos era el vampiro. Su "victima" jamás hablaba, pero se daba a entender que sí lo hacía,  ya que el vampiro "repetía" sus preguntas antes de contestarlas.

Era como leer un diario en el cual el escritor describía sus acciones en presente, en vez de pasado, como si estuviera escribiendo todo lo que hacía y decía justo en el momento de hacerlo.

No es muy verosímil y, en mi opinión, es una forma un tanto floja de escribir. Pero tiene sus ventajas. Una de ellas es que es muy, muy, muy fácil escribir de esa forma.

Y la utilizo para mis semillas.

Así pues, para mi entrada del concurso "Amor Místico", escribí un texto similar. Se los comparto a continaución. Mis lectores en Facebook ya lo habían leído previamente:

No hay magos ni magia en la Tierra.

Bueno, mejor dicho, no hay magos en la tierra. Magia sí. La magia está en todos lados pero sin magos que la manejen bien podría decirse que, efectivamente, no hay magia.
Y al no haber magos en la tierra… bien podría no haber magia en ella.

¿Por qué no hay magos en la Tierra? Bueno, en primera, las quemas de brujas y herejes en los tiempos medievales son un mensaje bastante claro, ¿no? En la tierra, cualquier cosa que no se pueda explicar es razón de miedo, y el miedo es justificación suficiente para la violencia.

No es un lugar bueno para gente que puede aparecer flamas de la nada. Hasta sacar un conejo de un sombrero es peligroso para uno a menos de que lo hagas en un escenario al lado de un chico o chica vestido o vestida de forma atrayente.

También está la situación incómoda de estar rodeado de gente que no tiene tus capacidades, y por lo tanto estarás rodeado de gente que expresará constante envidia hacia ti. ¿Sabes lo que puede llegar a hacer la envidia? Tiene un hábito muy malo de conseguir que un cuchillo encuentre su camino a algún órgano vital en tu cuerpo. Igual con las balas. A veces es veneno. A veces son cosas peores.

Y no olvidemos que mucha gente con poder va a buscar la forma de manipularte para que uses tu magia a favor de ellos.
Ahora, no todo es culpa de la gente sin magia. Los magos también somos humanos y la sed que la avaricia causa también nos aqueja a nosotros. Llegó a haber magos rigiendo ciertas ciudades en la Tierra. Ya no. No fueron acontecimientos lindos. Solamente digamos que las leyendas de ciudades como Atlantis son relatos bonitos de lo que sucedió en realidad.

Al adquirir magia, los magos nuevos son llevados a una de las ciudades donde nuestra sociedad ha decidido retirarse y alejarse de la tierra. No te preocupes, no tienes que ir a una escuela ni nada por el estilo. Usar magia es tan instintivo como bailar, o tamborilear una tonada con tus pulgares. Tan natural como querer tocar a una persona que te atrae. Si quisieras, podrías hacer que una botella con vino apareciera frente a ti justo ahora. Y no sería una botella que estaba en una tienda e hiciste desaparecer para traerla aquí instantáneamente. No. Sería una botella con vino que tú creaste de la nada.

Que ese vino sepa bien es otra cosa. Los vinos que yo creo, por ejemplo, saben completamente desabridos. Hay magos que pueden crear vinos celestialmente exquisitos. ¿Cómo lo hacen? Solamente ellos saben. Y por eso ellos son los creadores de vino en nuestra ciudad. Hay otros que saben componer música. Otros que saben hacer espectáculos de magia para otros magos. Otros que entienden la magia de forma tan… íntima que nos pueden enseñar a otros a hacer más cosas con nuestra magia.

El adagio que has escuchado ya por mucho tiempo es especialmente relevante en nuestra sociedad, por cierto. Con gran poder viene gran responsabilidad. Ningún mago puede usar la magia antes de los veinticinco años. Y no es que lo prohibamos. Es simplemente que a ninguna persona le llega la habilidad de usar la magia hasta que cumple veinticinco años. Aún no sabemos por qué pasa esto, pero es conveniente. A esa edad, no hay duda de que uno es completamente responsable de sus acciones. Por lo tanto, si usas mal la magia, es porque así lo intencionaste, y el castigo que se te imparta te lo habrás buscado tú mismo.

Efectivamente podemos hacer lo que sea. No hay muchos secretos para nosotros en realidad. Aún no sabemos de qué trata la muerte, no podemos revivir personas, ni animales, de hecho, y no sabemos explicar la magia misma.
 

Fuera de eso, podemos hacer prácticamente cualquier cosa. Incluso dejar de envejecer.

Con todo nuestro poder y conocimiento, hay muy poco que pueda sorprendernos.

Y aún así, la aparición de un ser femenino no humano en la ciudad de los magos es algo que nadie esperaba.

Y es así que nuestra historia empieza.

Para escribirlo, ya sabía que debía haber magia en el mundo, y que el protagonista debía ser hombre. Esta información se dio en las bases para los concursos. Este texto básicamente soy yo hablándome a mi mismo, explicándome más o menos como funciona el mundo que voy a crear.

Y al escribir el primer capítulo, pude reutilizar mucho de ello. Ya verán a lo que me refiero cuando lo publique.

Y eso es todo para este blog. Espero lo hayan disfrutado, que me sigan, y que nos veamos en la siguiente entrada.