Hay quienes creen en la felicidad y, desde ese mismo sentimiento, plasman finales luminosos en sus historias. Yo, en cambio, no comparto la primera certeza ni me entrego a la segunda ilusión.

Lo mejor de un final es su naturaleza definitiva: marca un punto de cierre, una conclusión innegociable. Es un adiós sin rodeos, una certeza sin promesas.

No creo en finales felices, pero sí en que hay finales.

? Un placer en conocerte, yo soy Banya.

•Me apasionan el terror, el horror, el suspenso y, sobre todo, la psicología, así que verás mucho de estos elementos en mis escritos. Te doy la bienvenida a este rincón, un espacio donde las palabras te envolverán y cada historia te invitará a sumergirte en una lectura intrigante y atrapante.
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