Deseos Secretos... Actualizada!
Deseos secretos
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En proceso
Gartis
Capítulo 22
Fragmento:
—¿Te preguntarás que es eso que tanto quiero hablar contigo?
La miro con los ojos entrecerrados, dudando acerca de si su recaída fue real o solo se trató de otro truco de su perturbada cabeza.
—En realidad no me interesa saber nada de lo que tengas que decir, Lilliana. Si estoy aquí es por Aly. Nunca tuve intenciones de venir a este hospital y mucho menos tratándose de ti.
Puedo ver como la rabia ha comenzado a transfigurar su rostro, una vez que escucha mis respuestas.
—Como has podido notar, puedo hacer que el mundo funcione a mi favor cuando así lo necesito —la miro con atención, porque he entendido que con ella cualquier cosa puede esperarse—. Soy capaz de lograr que las personas respondan según mis necesidades, pero también sé cómo eliminar cualquier obstáculo que se interponga en mi camino y en este mismo instante hay uno que me está estorbando.
No es necesario que me diga a quien se está refiriendo, lo comprendo muy bien.
—No se te ocurra acercarte a Aly, porque ni te imaginas de lo que puedo ser capaz de hacer por ella.
La amenazo y espero que sea tan cuerda como para entender que mis palabras como mis hechos tienen el mismo significado.
—Crees que puedes amenazarme, maldito idiota. No tienes idea, Ares Megalo, de hasta dónde puedo llegar cuando así lo decido. Mi madre intentó detenerme y alejarme de mi padre —me dice con voz gélida— y mi amor por ella no me detuvo para enviarla tres metros bajo tierra.
Un frio intenso recorre mi cuerpo cuando sin ningún temor ni arrepentimiento, me dice que fue capaz de asesinar a su propia madre. Retrocedo para alejarme de un ser tan diabólico y abominable. ¿Cómo no pude darme cuenta cuando joven, de la clase de personas que es este ser tan despreciable?
—Me importa una mierda, maldita loca. Pero espero que puedan encerrarte para siempre en un manicomio y que nunca salgas de allí.
Le doy la espalda para salir de la habitación y alejarnos para siempre de esa maniática asesina. Pero logra detenerme con sus últimas palabras.
—No podrás estar con ella a cada segundo para protegerla de mí, Ares. Soy muy paciente y esperaré el momento en que menos lo esperes para llegar hasta ella y eliminarla de mi camino. A menos que…
La furia se esparce por mis venas cuando se atreve a amenazar a la mujer de mi vida y con ello a mi pequeño bebé que ya debe estar formándose en su vientre.
—No te permitiré que le hagas daño a Aly y si tengo que matarte para impedirlo, te juro que lo haré con todo placer.
—La única manera que tienes para impedir que le haga daño es apartándola de ti —me exige con todo el cinismo del que es capaz— y una vez que lo hagas… te casarás conmigo.
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