Bajo el calor de la pasión (Réquiem 2)
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Bajo el calor de la pasión
Libro 2 de la saga Réquiem
Capítulo 12
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Fragmento:
―Entonces, ¿por qué inventar esas historias macabras sobre tus esposas?
No termino de entender que lo impulso a crear esas historias tan terribles.
―Porque si ellos descubren que todo se trató de una treta, vendrán por mí y se desataría una guerra sin cuartel. Si llegaran a descubrir que los traicioné y que les perdoné la vida a todas ellas, las familias exigirían mi cabeza y no pararían hasta lograrlo.
Jadeo conmocionada, la idea de que alguien le haga daño a Paúl, me hace pedazos. Me levanto de la silla, corro hacia él y lo abrazo fuerte. No quiero que nada le suceda y sobre todo, porque la razón por la que ayudó a todas esas mujeres fue una causa justa y honorable. No voy a permitir que nada le pase y si tengo que enfrentarme a un ejército para protegerlo, lo haré sin duda, aunque para ello deba entregar mi propia vida.
―No voy a permitir que te lastimen ―sujeto su rostro entre mis manos y lo miro con profunda admiración―, si tengo que pelear a tu lado lo haré, Paúl ―me extiende una sonrisa dulce y sus ojos me expresan mil palabras que su boca no pronuncia―, soy tu esposa y mi deber es estar a tu lado en todo, en las buenas y en las malas.
Nos quedamos inmóviles, estudiándonos con nuestras miradas y expresando con ellas nuestros profundos sentimientos.
―Mia cara ―se acerca impaciente y me da un ligero beso sobre los labios, pero que significa mucho más que los que alguna vez me dio―, eres la única cuyo papel de esposa trascendió del acta de matrimonio ―jadeo, asombrada y agobiada por lo que acaba de decir―. Tú fuiste la elegida, desde el primer momento en que puse mis ojos sobre ti, no ha existido otra mujer ―sus palabras salen desde su corazón―. Cuando supe que habías escapado de Luciano me destrozaste el corazón, porque significaba que había perdido a la única mujer por la que estaba dispuesto a intentarlo, la única que tenía en sus manos la posibilidad de derretir las gruesas capas de hielo que rodeaban mi desolado corazón. Pero también estaba inmensamente feliz, porque significaba que habías tomado esa oportunidad que yo no tuve, eras libre de esa maldita vida a la que yo fui sentenciado a vivir eternamente y aunque sé que si te hubiera buscado, te habría encontrado, no estaba dispuesto a traerte de vuelta a este mundo de muerte y miseria, solo porque perderte significaba que mis esperanzas de amar a una mujer por primera vez, se desvanecían junto con tu partida.
Hay algo atorado en medio de mi garganta. Lo que Paúl acaba de decirme, tiene mucho significado para mí y aunque bien sé, que no puedo amarlo de la misma manera, tengo claro, que mis sentimientos por él son intensos y están arraigados profundamente dentro de mi corazón.
―Entonces, ¿por qué te apareciste ese día en casa de mi padre? Si no querías que volviera a este mundo, ¿Por qué me obligaste a convertirme en tu esposa?
Desliza su pulgar por mis labios y esta vez me besa con pasión, pero también con una dulzura que deja en mi boca, deseos de más.
2 comentarios
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IngresarTe extraño librito, te pusiste bueno y te has ido de mis ojitos que desean leerte :(
Jaja esta semana vamos por codigos¡
Me encanta espero y se quede con Paul
Ya veremos que sucede¡
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