Su sumisa por equivocación... ¡Actualizada!
Su sumisa por equivocación
Libro 2 de la Serie Por Equivocación
Capítulo 30 Su único dueño
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Fragmento:
―Esteban… por…por favor, por favor, por favor… ¡Necesito tu ayuda!
Su voz suena temblorosa y su llanto no se detiene ni un solo segundo. Estoy a punto de enloquecer porque todo lo que le suceda me importa mucho, así que enseguida trato de averiguar qué es lo que le pasa.
―Cálmate, cariño o no lograré entender lo que te está sucediendo.
―Es Claudia, está a punto de hacer algo impensable y no sé qué hacer para detenerla ―me dice apresuradamente―. Ella ha tomado una decisión de la que sé se arrepentirá si llega a ejecutarla, por eso necesito que me ayudes a impedirlo… porque me dolerá mucho y no sé si pueda recuperarme de un golpe como ese.
Haré lo que sea por ella, no sé por qué, pero Nina, me importante tanto a más de lo que me importa mi hermano y juro que daría todo lo que tengo por verla siempre sonreír y evitar cualquier sufrimiento para ella.
―Tranquilízate cariño, estoy al tanto de lo que sucede y te aseguro que Nacho, hará lo que sea necesario para evitarlo, así tenga que sacarla como un neandertal de ese maldito nido de asesinos.
Hace silencio por un segundo, pero luego retoma la conversación.
―¿Lo sabes? Pero ¿Cómo? ¿Me ayudarás? ¿Lo evitaremos… ¡Qué crees que…
La detengo de inmediato porque ahora mismo la siento que está perdiendo el control.
―Respira, nena, estoy aquí y estaré contigo en todo momento ―le digo para calmarla y porque realmente todo lo que tenga que ver con ella tiene también que ver conmigo―. Nacho, me lo contó todo y ahora mismo tengo que ir a ayudarlo a salir de un serio problema para que pueda resolver lo del aborto. Ahora, escúchame bien… necesito que la acompañes y me esperes allí hasta que Nacho y yo lleguemos. Trata de demorar todo cuanto sea posible para que nos des tiempo de llegar allí… ¿Entendido? no pasará nada, te lo aseguro nos encargaremos de todo.
La escucho respirar más calmadamente y sé que mis palabras han logrado tranquilizarla.
―Sí, hare todo lo que esté en mis manos para evitarlo, Esteban ―me dice en un susurro―, solo no demores, te necesito conmigo ―cierro los ojos cuando la escucho decir que necesita de mí al igual que mi corazón palpita emocionado ante este hermoso descubrimiento―. Eres… tú, necesito decirte que…
Se detiene, pero sé que es algo importante que está a punto de decir y necesito escucharlo, porque puedo asegurar que lo que me diga cambiará de alguna manera la situación entre nosotros.
»Solo olvídalo… no, no es nada importante.
¿En serio? ¿Se ha acobardado? Eso me mata de curiosidad. No conocía ese lado en ella. O tal vez…
3 comentarios
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IngresarMuy bueno el libro, gracias que gané un código puedo leerlo, pero en los últimos días el
la señal del Internet ha estado mala y no me ha dejado disfrutar..
Maria Elena Diaz Clavo, Un golpe al hígado y continua leyendo jeje¡¡
Muy bueno el libro, gracias que gané un código puedo leerlo, pero en los últimos días el
la señal del Internet ha estado mala y no me ha dejado disfrutar..
Maria Elena Diaz Clavo, Que te puedo decir nena, cuando no me friega la luz lo hace la inter, pero aquí ando batallando con esas dos chicas temerarias, aunque me han derribado algunos días, sigo con los guantes puestos y aun parada en el décimo round!!
Ma me podrias dar uno obcion para adquirir el libro lo e intemdo y no he podido xfis
Gabriela Vasquez, De nada un placer!!
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