Es mejor alejarnos (libro 3 Serie perdóname)
¿Y si ese hijo es mío? No puedo maldecir a la madre de mi hijo por muy pu… bandida que sea, me tomé otro trago. Necesitaba descargar la vejiga, bajé de la tarima, ellos siguieron disfrutando, fui al baño de caballeros, oriné, me lavé las manos y cuando fui en busca de las toallas para secarme la vi a mi espalda por el espejo, estaba preciosa como lo estuvo esta mañana.
—José Eduardo… —No la dejé hablar, la llevé contra la puerta.
—¡Cállate!
Entonces la besé, por un momento dejé todo lo que nos pasaba a un lado y como un hambriento devoré su boca, la necesitaba y la he extrañado desde que me fui de la casa. Le puse el seguro a la puerta, ahora tenía más tranquilidad para hacer con ella lo que se me dé la gana. La cargué, Patricia aferró sus piernas alrededor de mi cintura y la llevé hasta el mesón de los lavamanos.
Con ese deseo que siempre nos ha caracterizado alcé su vestido para sobarle esas deliciosas nalgas, una de mis manos se introdujo en su intimidad, ella al igual me había sacado el miembro y lo masajeaba, estaba tan excitado y al mismo tiempo mi pecho albergaba mucha rabia. La sumisión por parte de Patricia era notoria, cedía a mis caricias, sin prepararla mucho, porque no hacía falta, ya estaba lista para mí como siempre lo ha estado.
La volví a hacer mía. Mientras la besaba con ira la penetraba con fuerza, no paramos hasta que jadeamos gritando nuestros nombres al llegar a la liberación. Sé que la lastimé y no de manera física, pero si emocional. Pero ella me jodió más; sus lágrimas se mezclaban con nuestra saliva. Al mirarnos mientras aún seguía dentro de su vientre comprendí porque siempre estaba tan dispuesta y una vez más la rabia se apoderó de mí.
—Amor…
—Te dije que te callaras. —Le dije entre dientes—. ¿Por eso siempre estabas tan dispuesta? Me viste la cara de idiota de todas las formas posibles, Patricia.
Salí de su interior, guardé mi pene dentro del pantalón mientras ella suplicaba compasión con la mirada, esta vez no voy a caer, no seré su pelele de nuevo.
» Esta mañana te dije que si te veía de nuevo pagaría por tus servicios —saqué mi billetera, tomé dos billetes de cincuenta mil se los metí en el brasier. Sé que estoy siendo un puto patán, pero necesito que sienta lo que estoy sintiendo—. Gracias por sus servicios.
5 comentarios
Es necesario iniciar la sesión en su cuenta para poder dejar un comentario
IngresarHola Eliana, tengo una pregunta respecto a este libro, ¿cuando vuelve a estar disponible? Estoy que me lo vuelvo a leer ☺️. Gracias por escribir estas historias tan bellas e interesantes!
Angela Baez, Hola Angela.
Contáctame en redes sociales.
Hola bendiciones ....Por qué ya no aparece este libro en la lista de los libros de la serie ?? Es mejor alejarnos 3 libro de la serie perdóname
Delenis Cassiani, Hola Delenis, efectivamente el libro lo eliminé, lo estoy editando para luego subirlo de nuevo.
Esta bellísima historia, la he leído sin mentir más de díez veces y siempre lloro.
Olmara Cortez Vanegas, Jajajajajajajajaja
Recuerdo ese capítulo y siempre se me humedecen los ojos.
Olmara Cortez Vanegas, Fue un groceso
Ay ay me dieron. Ganas de darle sartenazos por patán
Eilana Osorio Páez, como todos los personajes aprendi a perdonarlos
Eliminar comentario
¿Está seguro de que desea eliminar el comentario?
Eliminar CancelarEl comentario se eliminará de forma permanente.
Bloqueo de comentarios
¿Realmente quiere prohibir a comentar?
Prohibir Cancelar