Fragmento:
Tomo su mano mientras el ascensor baja y no la suelto por más que ella luche por hacerlo.
—No digas que no te lo advertí… —escucho que dice y siento su tacón de aguja clavarse sobre mi zapato haciendo ahogar un grito al ver a personas ingresando.
«Juro que te castigaré»
—No, no, no, no… —no puede ser…
La escucho tartamudear quedándose paralizada, su semblante esta blanca como un papel y puedo notar su cuerpo temblar. Me apresuro en llegar a ella al verla desvanecerse.
—¡ALEXA…! —grito sosteniéndola entre mis brazos.
Sí, quiero
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