Me ilusioné a los 15 años era una cría aun cuando lo vi por primera vez, él era médico de mis padres, por cierto, es 16 años mayor.

A los 18 años volví a encontrarlo por cosas y coincidencias de la vida, lo encontré en un centro comercial por casualidad bueno el me reconoció a mí.

¿Alexandra? — escuché que alguien pronunciaba mi nombre, me giré y me di cuenta de quién era la persona que me llamaba.

Yo reaccioné súper feliz y alegre de volverlo a ver a mi ilusión, mi primer amor y lo mejor de todo alguien que no veía hace muchos años y pensé que no me recordaría, lo último que supe de él es que se había casado y ya tenía un bebé.

Él corrió, se me acercó.

—Hola pequeña a los años, ¿cómo has estado y como están tus padres?

—Hola doctor, mis padres están muy bien y pues que alegría volver a verlo, años que no se sabía nada de usted —respondí algo alegre, la verdad estaba muy alegre sentí a mi corazoncito saltar de alegría y como se aceleró el ritmo del mismo.

Pues si muchos años que ya no voy por esos lugares y me dediqué a trabajar, me sorprende verte por acá y me alegra un montón ver a alguien que no veía hace muchos años.

—Cosas de la vida —respondí poniendo mi mejor sonrisa.

—Pásame tu número a ver si coincidimos otro día o poder ponernos al día.
 

Intercambiamos números y luego nos despedimos, quedando en que me escribiría para poder encontrarnos en algún lugar. La verdad yo estaba alegre de volver a verlo, pero internamente sabía que era una tonta ilusión mía ya que él no me veía con los mismos ojos y para variar él estaba casado y ya tenía familia; así que me olvidé de ese encuentro ya que era lo mejor y rogué que no me escribiera, pues mi ruego se hizo realidad después de ese encuentro no volví a saber de él.

2 semanas después...

Sentí vibrar a mi celular al desbloquear el aparato me di cuenta que era un mensaje suyo, me sorprendió, definitivamente no lo esperaba.

"Hola pequeña espero te encuentres bien, estuve fuera por temas de trabajo por ello es que no te había escrito antes; pero si dispones de tiempo espero poder vernos mañana por la tarde para ir a comer algo y de paso nos ponemos al día... quedo atento.

Atte: Noé "

Yo súper feliz y emocionada por el mensaje que recibí así que respondí lo antes que pude.

"Hola Noé, normal mañana podemos salir a almorzar, estoy libre. Me indicas el lugar y hora, allí te doy el alcance".

Bueno mañana faltare a clases definitivamente me dije mentalmente. La verdad tenía mucha curiosidad por saber del doctor, que fue de su vida y que hacía, en fin miles de cosas y también quería probarme a mí misma si seguía enamorada o mi ilusión de adolescencia seguía ahí, ya que el primer día que lo vi asumí que me sentí así por la impresión de verlo después de muchos años —en fin mañana lo sabía.

"Mañana a las 1 p.m. nos vemos en el centro comercial. Atte: Noé”.

"Ok”.

Fue lo único que respondí por el mismo mensaje.

(...)

Estamos almorzando de lo más alegre, hablando de todo y nada a la vez; el almuerzo fue muy ameno y la verdad me sentía súper cómoda a su lado, pero igual tenía dudas por su vida así que pregunte indiscretamente.

—¿Y doc., lo último que se supo es que se había casado y tenía un niño? —pregunte.
— Ah... sí tengo un hermoso bebote se llama Santiago tiene 2 añitos y pues ahí lo criamos con mi mamá —bueno lo cuida más que todo mi madre porque yo paro fuera por temas del trabajo.
—¿Y la mamá? —pregunte.
— Ah... —su madre y yo nos separamos a los 6 meses que nació el bebé, yo me quedé con la custodia de mi hijo y pues ella vive en otro lado.
— Mmm... —respondí porque vi que se puso tenso con mi pregunta.
—¿Y tú? Me imagino que ya tienes enamorado con lo guapa que estás seguro estas rompiendo corazones.
— Me reí y dije no... ¡Estoy sola! —pero internamente sabía que era falso ya que yo estaba saliendo con un compañerito de la universidad pero por obvias razones mentí, solo esperaba que el Karma no se me regrese y me termine negando como yo lo niego a Manuel ahora.
— Entonces te puedo invitar al cine u otro lado —le escuché preguntarme.

Yo feliz de la vida acepté y le dije el fin de semana podemos ir al cine, porque ni loca podía perder más clases.

— Esta bien, me parece perfecto.

Luego nos despedimos y todo, cuando me subí al taxi él se me acercó y me dio un beso en media luna que me hizo sonrojarme, pero no le dije nada solo le sonreí. Sabía que era una maldita y lo que estaba haciendo no estaba bien. Yo estaba saliendo con alguien y si lo estaba traicionando.
 

Pasamos toda la semana escribiéndonos mensajes y ya existía cierta coquetería entre ambos y sentía como una llamita se encendía en mi corazón.

***

Fuimos a cine, vimos Groot, la pasamos súper bonito, de lo más lindo y romántico.

Nos fuimos a cenar después del cine, nos pusimos a caminar por las calles del centro y hacía mucho frío; sentí que cogió mi mano y lo entrelazo con la suya, se sentía cálido, se sentía tan bien y yo con mis maripositas que sentía volar en el estómago.

Llegamos a un banco, seguimos hablando de muchas cosas como mis estudios, mi familia, desde cuando vivía en la capital y yo respondiendo a todas sus preguntas.

Me giré para verlo y ahí estaba él mirándome atentamente, alternando su mirada entre mis ojos y mis labios, vi cómo se acortaba la distancia entre nuestros rostro y sentí sus labios junto a los míos, su beso era tierno y yo era un poco nueva en eso de los besos y solo me deje llevar y atine a mover mis labios de acuerdo como lo sentía, el me abrazó fuertemente y yo me sentí la mujer más feliz del mundo —mi sueño se estaba volviendo realidad, el chico que siempre me gustó se fijó en mi —definitivamente era feliz.

Dejamos de besarnos, nos quedamos abrazados un buen rato, mi corazón empezó a latir a mil por hora.

—¿Pequeña quieres salir conmigo? —le escuché decir.

— Si — respondí sin pensarlo dos veces, sé que era una mala persona y que Manuel seguro me odiara por lo que estoy haciéndole, pero en fin no era momento de pensar eso, ahora ya veré la forma de terminar con el sin que sospeche que es por otra persona.

Pasaron las semanas seguíamos en constante comunicación, unas que otras veces teníamos nuestras citas para ir al cine, almorzar juntos u otras cosas que hacen las parejas.

Yo sinceramente era feliz para ese entonces, yo ya había puesto distancias con Manuel y pues seguimos siendo amigos, pero supongo que es porque no sabe la verdadera razón por la que le termine.

Cumplimos 3 meses recuerdo que le dije que bajara a mi casa a visitarme, que mi amiga con la que vivía no se encontraba en casa y podíamos ver películas juntos. Efectivamente a las 6 p.m. tenía a Noé en la puerta de mi casa, me saludó dándome un beso en los labios y procedí a dejarlo pasar, cerrando la puerta detrás de mí.
 

Vimos varias películas, él me tenía abrazado y yo repose mi cabeza en su pecho se sentía tan cálido, tan bien, pero algo me molestaba ya que lo veía revisando el celular a cada momento.

—¿Está todo bien? —pregunte.
— Hay algo que quiero hablar contigo —dijo.

Mi cuerpo se puso en alerta, se puso tenso al escucharlo decirme eso. —Si claro dime, Noé, ¿Qué pasa?

— Es la mamá de Santiago, últimamente está que escribe constantemente por el tema del bebé y según ella quiere arreglar las cosas por el bebé y yo me siento un poco confundido.

Sentí a mi pobre corazón romperse en mil pedazos, tenía muchas ganas de llorar, pero mi orgullo pudo más y solo le respondí con un “mmm…”

— Así que es por eso que me ves mucho con el celular, ya que antes de venir paso a recoger a Santiago de la casa de mis padres y está diciendo que pase por su casa a recoger al bebé.

— Ah... bueno, tienes que ir por tu niño Noé, descuida que no pasa nada conmigo ya nosotros podemos quedar otro día para ver otra película —respondí mostrándome de lo más tranquila, pero por dentro yo sabía que me estaba muriendo y no podía negar que me dolía lo que me acababa de decir Noé, ya que yo sentí que él tenía la intención de regresar con la mamá de su hijo.

Lo acompañé a la puerta, él se disculpó nuevamente por tener que irse y yo respondí de lo más serena que no pasaba nada que lo comprendía.

Mentira, yo no podía comprender nada, me sentí dolida porque yo si lo quería y lo quería de verdad desde que tenía 15 años y para el solo fue un maldito juego o no sé qué haya sido por parte de él, agradecí a todos los santos que no hayamos llegado a más en esta tonta relación que yo me había hecho planes —supuse que era el Karma que se me estaba regresando por abandonar a Manuel.

Ese mismo día decidí que no me quedaría esperando a que él me termina y me dijera que regresaría con la madre de su hijo, al día siguiente decidí cambiarme de número, elimine las cuentas de Facebook y por último me mudé de casa; no podía negar que odie a Noé en ese momento, pero internamente me alentaba a que agradeciera que la relación no llegó a más si no estuviera destruida ahora.

Seguí con mi vida, perdí totalmente el contacto con Noé, la verdad no sé si me busco o no me busco, si regreso con la madre de su hijo, decidí que no me importaría nada y seguir mi camino y hacer que esos 3 meses nunca existieron. No negaré que fue doloroso, mi primer amor, mi primera ilusión me había roto el corazón.

5 años después…
 

Estoy con 23 años actualmente, ya soy egresada de la carrera de turismo, tengo un canal de YouTube que hablamos de viajes y de todos los lugares que visito en pocas palabras me volví influencer, salí con varias personas, pero nunca me logré enamorar y aún recordaba a Noé, pero siempre traté de dejarlo en un segundo plano, quizá él estaba feliz de la vida y yo súper tonta pensando en él. Ya había pasado 5 años sin novedad alguna así que asumí que retomó su relación con la mamá de su hijo.

(...)

Es de madruga y revisando el Facebook, por cierto ya otro nuevo que me cree; en ese tiempo era una niña infantil por eso es que reaccioné tan tontamente en eliminar mi cuenta, cambiarme de número y mudarme de casa solo por una persona, ahora me pongo a pensar cuán infantil fui, pero bueno de eso no era lo que estaba contando jejeje

Revisando el Facebook me percato que tengo un mensaje en "solicitud de mensajes", por curiosidad o lo que haya sido, le doy clip y este me habré a solicitud de mensajes dejando a la vista el nombre de la persona que hace 5 años no sabía nada "Noé Teller" mis ojos se abren en demasiada al ver su nombre y no puedo creer... — vuelvo a ver nuevamente y si efectivamente es Noé y me había escrito para el día de mi cumpleaños (número 23) saludando, ósea hace 2 semanas atrás —“Wow”, no lo podía creer.

Después de tantos años me escribió, ¿qué le pasaba? La verdad no sabía que hacer —no sabía si debía abrir el mensaje y leerlo, o solo ignorar y dejarlo ahí. No sabía qué hacer y yo no podía creer que un simple mensaje me había alterado tanto, yo creí que ya había superado esa etapa del doctor.

¿Qué debo hacer? — me pregunté.

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