MI JEFE. Click aquí para ir al libro

—Señorita Blanco, tengo una propuesta para hacerle. Laboral.
—¿En cuál de sus empresas, señor Pascal?
—En mi cama, de hecho. Necesito que sea la madre de mi primer hijo. ¿Cuál es su precio?
—Claro, solo dígame el... Un momento, ¡¿QUÉ?!

EMBARAZO MILLONARIO. Click aquí para ir al libro

"Señor...yo... Debo irme, por favor, no haga esto" le pedí.
Él, sin embargo, adelantó su sillón ejecutivo hasta mí, liberando su virilidad y fijando sus ojos lascivos sobre los míos, temerosos.
"No te resistas" me obligó "te pago lo que sea para que te quedes esta noche conmigo".
Desde entonces, perdí mi inocencia sumergiéndome con mi jefe en una oscura tentación.
~Primeros diez capítulos GRATIS~

Embarazo Millonario 2. Click aquí para ir al libro

¡Me embarazó por error! ¡Y es mi jefe! Lo nuestro solo sería un acuerdo y nada más.
Cuando llegué a su oficina tan joven e inexperta me lo encontré sujetando su bulto enorme frente a mis ojos vistiendo su traje de etiqueta, lo liberó y me miró a los ojos. "¡Lo siento!" le dije. Sin embargo, caminó hasta mí amenazante. "Ponte de rodillas" me ordenó. "P...por favor, no me haga esto" le pedí. Y todo en mi vida cambió. ///Advertencia posible suscripción, historia con contenido explícito +21

"Embarazo Millonario 3"

Tras la última persecución política y policial que conllevaron dudosas muertes y desapariciones sin resolver, Jesed y Genesis deciden retomar la fórmula electoral años más tarde.
Sin embargo, esto solo traerá nuevos enemigos dispuestos a todo con tal de proteger su legitimidad, la opinión pública, las causas que los persiguen y el uso de la fuerza a cualquier precio.
Lo que parece ser una victoria absoluta, se convierte en una guerra mafiosa donde peligrará lo más sagrado que hay entre ellos: su hija.
El desenlace de esta trilogía. Fuego, amor y pasión desenfrenados en mitad de una guerra. “Porque la política es la guerra por otros medios…” Y acá VALE TODO.

LA REDENCIÓN DEL JEFE

—¡Eres mi jefe! ¡Eres mi tutor! ¡Eres mi doctor! ¡Por eso...esto no se puede!
—¿”Tu” doctor?
—¡Digo...eres doctor y punto!
Entonces el señor Jefferson rompió la distancia entre ambos, empujándome contra la camilla de la sala de emergencias y envolvió mis piernas a su alrededor, atraída hacia su boca con una fuerza magnética tan poderosa que nada volvió a ser lo mismo…