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Una deliciosa venganza y un romance ardiente en "Sundar" de Gaby del Valle

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E X T R A C T O

—Di de una vez todo lo que tengas que decir.

—Debes ir a los Ángeles e iniciar con los trámites de divorcio —soltó, así sin anestesia, y el rostro bronceado de su hija se tornó pálido al comprender lo que estaba ocurriendo.

—¿Qué estás diciendo? ¡Me dijiste que te habías encargado de eso! —Se levantó de la silla y deambuló por el despacho sin creerse lo que su padre le acababa de decir. —¡Pensé que era una mujer libre!

—Lo intenté, mis abogados lo intentaron varias veces, pero tu esposo siempre se ha negado a firmar los papeles y luego de tres años de intentos infructuosos desistí. Pero ahora tú misma podrás encargarte de ese asunto.

—Siete años… ¡¿Han pasado 7 años y recién ahora se te ocurre decirme que sigo casada con ese desgraciado?!

—Hija, no te alteres —dijo en tono calmado, aunque por dentro estaba temiendo que ella saliera del despacho sin dejarle explicarse mejor.

—¡¿Qué no me altere?! —Si no te dije nada fue para que pudieras seguir sin pensar en esa atadura. Ahora que has superado todo lo que te pasó, estás lista para enfrentarte a ese hombre y recuperar tu libertad. Ella seguía caminando como una fiera enjaulada alrededor del despacho. Él no dijo nada, simplemente la dejó a su aire hasta que se calmara. Cuando por fin asumió la noticia y estuvo calmada, se dejó caer sobre la silla y clavó sus ojos en los de su padre. —¿Por qué callaste? —preguntó en un susurro. —Porque cuando ese hombre se negó la última vez, decidí que usaría su negativa para nuestro propio beneficio.