Recomendacion de lectura
Domando a la bestia:
Fragmento:
Daksh la miró agitado, hacía tanto tiempo no se convertía en lobo que ya había olvidado lo que se sentía y por supuesto olvidó que él no es un lobo normal, es una bestia poco común.
{Debes marcarla, está en peligro} Rasguñó intentando salir. {No puedes dejarla, ¡Márcala!} ordenó fuera de control.
—Si la marco aceptaré ser su pareja. ¡Aceptaría nuestros lazos! —Se negó en voz alta. —Está a salvo, puedo irme. —Gruñó al sentir la desesperación de su lobo. Varkolak, como nombró a su lobo, no paró de repetírselo.
Daksh miró a Nicol sobre la cama, toda ella lo atrae, toda ella lo llama a gritos y la necesidad de marcarla y afianzar sus lazos nunca había estado más presente en él, pero, ¿Cómo puede marcar a una patética humana?
{Ellos pueden dañarla, debes marcarla.} Volvió a insistir Varkolak. {Ella es nuestra segunda oportunidad, escúcha a la manada, ellos saben que encontrase a tu luna.} Daksh maldijo, ochenta y siete años, pasaron ochenta y siete malditos años y justo ahora los escucha. ¿Por qué los escucha? ¿Por qué sus lazos con la manada se restablecieron? ¿Por qué es eso acaso posible? ¡Todo inició con ella! La miró con odio y sin poder contenerse, tiró de sus pies y se echó sobre ella sin pegar sus cuerpos. {¡Toma una decisión! ¡Une nuestros lazos!}
—¡Madre mía! —Nicol gritó al despertar y ver al gigantesco hombre con ojos rojos tan cerca de ella...
1 comentario
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IngresarEs una excelente historia, la culminación de 5 libros muy buenos
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