La antigua costumbre de visitar los funerales y compartir con los miembros de la familia llegados de lejos y recordar las anecdotas referidas al difunto. Poco a poco se pierden esas viejas costumbres y el hecho de acompañar la urna en la mitad de la sala, mientras las rezanderas murmuran las largas letanias de las oraciones.
Allí se actualizan las historias y nos enteramos de muchas que permanecían ocultas, transformando todo en una memoria colectiva, último homenaje al muerto.
Javier Herrera Palma.
Sí, quiero
1 comentario
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IngresarHola, me encanta como escribe. Gracias por compartir con nosotros ese don. Bendiciones ??
Aracellys Castillo Palma, Muchas gracias Aracellys. ¡Buen resto de semana!
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