Había una vez un Vizconde Libertino...

LINK TE DESEO A TI

Fragmento:

Andrew las observaba atentamente y levantó una ceja divertido al escuchar la conversación de las dos mujeres.

Danielle le ofreció asiento en una silla que estaba enfrente de ellas y le dirigió una mirada a su madre indicándole que los dejara solos.

Julianna se despidió y salió del salón cerrando las puertas tras sí.

_ ¿Algún problema con tu madre, tiene miedo de dejarte sola aquí conmigo?

_ Eso no es de tu incumbencia.

_ ¿No me digas que ella piensa que estoy interesado en ti?

_Por favor eso es un absurdo.

_Tú serías inmensamente feliz si yo me fijara en ti.

_Por lo visto hoy tu ego no tiene límite, tú eres el que estaría caminado por las nubes si una mujer como yo posara mis bellos ojos en tu insignificante humanidad.

_Que mentirosa eres brujita _él se levantó y se sentó junto a ella, mucho más cerca de lo debido.

_ ¿Qué haces? _preguntó nerviosa, ella le resultó extraño tenerlo tan cerca. Era muy consciente del calor que desprendía su cuerpo, de la amplitud de sus hombros, del aroma leve de su colonia masculina.

_Nada, poniéndome cómodo _dijo el Vizconde en un tono despreocupado.

Danielle se deslizó hacia el otro extremo del sofá

_Ya que estás cómodo, centrémonos por favor en lo que nos compete, si has venido quiere decir que estás dispuesto a ayudarme.

_Soy un hombre de palabra, pero debo recordarte que este favor no es gratis.

_ ¿Dime cuanto quieres?

_El dinero no me interesa, en el momento oportuno te diré que es lo que deseo.

_No sé por qué siento que no me va a gustar lo que vas a pedir a cambio.

_ ¿Me tienes miedo?

_Por favor, para nada, pero sí sé de la mente retorcida que tienes.

_ ¿Por qué me calumnias así, si yo soy un ángel?

_Un ángel perverso _dijo ella sonriendo. _ ¿Podemos comenzar o vamos a pasar toda la tarde en esta discusión sin sentido?

Andrew la instó a seguir haciéndole un gesto con la mano.

_Adelante soy todo tuyo.

Ella resopló de manera poco femenina, tomó una libreta y la pluma, se colocó un mechón rebelde detrás de la oreja y se humedeció los labios, todo esto bajo la mirada atenta de Andrew.

_ ¿Qué debo hacer para llamar la atención de los caballeros en un baile, en una cena o cualquier otro lugar?

_ ¿Te han besado alguna vez?

Ella pareció aturdida por un instante ante esa inesperada pregunta. Los colores se le subieron al rostro, no levantó la cabeza inmediatamente, para que él no viera su sofoco. Ese rufián quería era fastidiarla como siempre, pensaba.

_No entiendo a qué viene esa pregunta, eso no es relevante _dijo con el tono más aburrido de que fue capaz.

_Tiene mucho que ver, eso me da una idea en qué nivel del problema estamos y por lo visto estamos en cero.

_Pues te equivocas si me han besado y mucho _mintió, porque ni muerta le daría la razón a ese engreído _creo que me he equivocado contigo, después de todo no eres el experto que tanto se rumora.

Él se fue acercando sutilmente sin que Danielle se diera cuenta.

_Tú y yo sabemos pequeña bruja que estás mintiendo, jamás te han besado, es mucho lo que tengo que hacer contigo para que logres tener éxito esta temporada.

Él cogió un mechón y lo envolvió alrededor de sus dedos, ella le golpeó la mano para que lo soltara y lo fulminó con la mirada, él le ofreció una encantadora sonrisa y una sensación extraña onduló por la espalda de ella.

_Milord, volvamos a lo que realmente me importa, dime que debo hacer...

Andrew terminó la última frase por ella.

_Para volver un hombre loco de deseo por ti.

_No, solo quiero llamar su atención.

_Mi trabajo es tan bueno que lograrás dos por uno cariño.

_Lady Danielle para ti.

_En nuestro trato no caben los remilgos encanto, las etiquetas y normas las mandamos al carajo, para mí, tú eres Danielle y yo para ti Andrew.

_Pero...

_Nada de peros, esa es una decisión inquebrantable, ¿lo tomas o lo dejas?

_ ¿Te aprovechas porque sabes que necesito de tu ayuda?

_ ¿Yo? Jamás sería capaz de un acto tan infame como ese.

Andrew volvió a tomar el mechón suelto del cabello del Danielle y respiró su aroma embriagador a Jazmín.

_ ¿Puedes soltar mi cabello?, te recuerdo que no estás aquí para seducirme, así que a tres metros de mí.

_Oler tu cabello es lo más alejado que puedo hacer para seducirte, no me gustan las solteronas y amargadas menos.

_Estamos iguales, porque a mí tampoco me gustan libertinos perversos y sin escrúpulos.

_Me encanta tu lengua afilada brujita _ le guiño un ojo mientras sonreía _ ¿Cuándo será tu próximo baile?

_Pasado mañana.

_Ya veo, no tenemos mucho tiempo.

_Que bueno que te has dado cuenta.

_ Comencemos por la primera regla... Dejar el miedo.

_Yo no tengo miedo.

_ Por supuesto que sí, tienes miedo de no estar a la altura de algún caballero, tienes miedo al fracaso, te bloqueas y el miedo lo huelen los hombres a kilómetros. Tienes que olvidarte que esta es tu última temporada, así andarás sin presiones y podrás disfrutarla. Las malas experiencias las dejas en el pasado.

_Entiendo, me gusta eso _dijo sonriendo.

_En el próximo baile no te vas a esconder en las esquinas, vas a caminar por el salón, vas a saludar a tus amistades, una mujer que duda, vacila y baja los ojos, no dan ganas de seducirla, es como si nos cerraran las puertas.

Andrew se levantó del sofá, tomó la mano de ella y la instó hacer lo mismo.

_Mírame _le dijo en voz baja, ella obedeció.

Danielle tragó saliva, insegura de cómo reaccionar. Él alargó la mano y le pasó la yema del dedo índice por la mejilla y la línea del mentón. La calidez de su aliento se derramaba sobre ella.

Sorprendida, Danielle separó los labios

Andrew le acarició el delicado hueco de la base del cuello, justo encima de la clavícula, y le dejó el dedo allí un momento.

Ella cerró los ojos.

Él beso su cuello suavemente, el corazón le dio un vuelco ante la ávida caricia de los sedosos labios en su piel, ella gimió.

Él la observó por unos segundos y luego le susurró en el oído.

_Brujita que no se te note tanto, el deseo que tienes que te bese, por hoy hemos terminado la lección.

Danielle abrió los ojos y lo vio sonriendo.

_Eres de lo peor _le gritó furiosa.

_Tranquila que tu secreto está muy bien guardado _le lanzó un beso y salió del salón.

Danielle se quedó paralizada pensando que Andrew realmente era peligroso en más de un aspecto. En los próximos encuentros tendría que andarse con mucha cautela.