Miercoles de DESCEUNTOS INTERESANTES

Mi conocido esposo

La vida de Evelin corre grave peligro, los enemigos de Gabriel la asechan. Han logrado infligirle grave daño ¿Logrará sobrevivir? ¿Podrá su padre el doctor Rossi salvarla?
— ¡Gabriel, Gabriel, señor Rossi, algo le pasa a Evelin! Entramos corriendo, para encontrarnos a Evelin convulsionando.
—No lo entiendo, Eve no es alérgica a las frutas. Tal parece, que le inyectaron alguna sustancia, o la mordió una serpiente venenosa.
— ¡Sí, sí es el caso mi suegro! ...
...—Gabriel, oh hijo, perdóname. No puedo hacer nada más.
— ¿Qué pasó señor Rossi? ¿Le pasó algo a Eve? ¿Qué le inyectaron? ¡Oh, Dios, no me arrebates a ellos también!

ME ENSEÑASTE

Por su orgullo herido Alejandro decide irse, dejando que Isabella tome la mejor decisión para los tres, sin embargo, a su regreso se encontró con un panorama con el que no contaba, su mujer en el altar yendo a ser desposada por uno de sus socios.
Llegará el día exacto impidiendo semejante acto, amenazando a todos y dispuesto a llevarse por delante a quien se le ponga enfrente.

Isabella Smith despertó en Alejandro amor verdadero y solo ella sacará ese lado oscuro: soberbia, egoísmo, poder y el no saber perder se apoderarán de él, dejando a todos claro que, primero se muere a que alguien más tenga lo que considera suyo y eso aplica no solo para sus negocios, también para su mujer.
 

Por SIEMPRE ES TUS BRAZOS

Ascendí lo más rápido que podía, saltando de tres en tres escalones, llamando: "¡Cruz! ¡Spencer! ¡Salgan ya! ¡Es una trampa!", y… ¡Bum!...
Sentí que volaba y daba vueltas por el aire, se me hizo largo aquello. Caí lejos y vi como un gran escombro se acercaba a mí con velocidad, dándome en la cabeza.
Vi a Murphy acercarse, lanzándose de rodillas, derrapando sobre el polvo hacia mí. Quitó mi casco roto, gritando "¡Médico!, ¡Sargento…! ¿Me escucha?!", y me desvanecí.
Desperté en una clínica, para mi sorpresa, el médico que me atendería era Jack, mi crush de toda la vida que me había roto el corazón, dejándome un oscuro agujero allí. Por él había terminado enlistándome y ahora para completar me veía postrada en esta cama.