MAESTRO 

•Por favor, Lucia. No me vengas con tus estúpidos sentimentalismos -dije levantándome de la cama.

•Damon...

•Te lo dije, solo $e×0. No creo y no me interesa entrar al mundo de los tontos que creen que el amor es lo más importante en esta vida. A mí solo me interesa hundirme dentro tuyo -dije empujándola de vuelta a la cama al ver que intentaba ponerse de pie.

¡PARA...! Grito.

¿Es en serio? Pregunté al ver cómo sus hermosos ojos color miel se ponían vidriosos.

Lucia se removió y la vi secarse las lágrimas.

¡Lárgate...! Grite molesto.

Lucia comenzó a recoger sus prendas mientras sollozaba y podía jurar que sentí dolor al verla así, pero no, no podía estar con alguien que involucre sentimientos en una relación que solo era de cuerpos y orgasmos.

•Si cruzas esa puerta, es el final. Nunca más tendrás la oportunidad de meterte en mi cama -dije con arrogancia haciendo que ella detuviera su paso.

Podía sentir después de mucho tiempo como ese órgano comenzó a latir con fuerza y su silencio me estaba poniendo ansioso.

•¿Qué demonios significa esto? -me pregunté y mire lleno de furia hacia la puerta.