ACTUALIZACIÓN "AURA PROHIBIDA"

Capítulo 23 publicado

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=ADELANTO=

Durante el recorrido me dediqué a inspeccionar las instalaciones del moderno colegio. Yo estaba acostumbrada a estar rodeada de lujos, pero mis escuelas nunca fueron lo más espléndido del mundo. Incluso cuando vine a hacer mi examen de admisión, esta escuela no estaba tan linda como ahora. Habían dedicado todo un verano a reformarlo.

Ya que estaba acercándome al aula, uno de los alumnos, que intuí que sería mi compañero, se trató de acercar a mí. No obstante, alguien se interpuso entre nosotros. Era él, el director Dagger.

—Señorita Carter —saludó con tono cordial.

— ¿Cómo sabe mi nombre? —inquirí muy nerviosa y sin poder alzar la vista.

—Su gafete —contestó y me sentí como una estúpida.

—Eh…

—Necesita acompañarme a la dirección. Hay unos datos que quiero corroborar en su expediente. No le quitaré mucho tiempo.

—S-Sí —tartamudeé y lo seguí cuando él comenzó a avanzar con dirección a su oficina. Mucha gente murmuraba a mi alrededor, y los comprendía. ¿Por qué de buenas a primeras venía por mí?, ¿qué datos quería corroborar?

Cuando llegamos por fin a la dirección, él me abrió la puerta para que entrara primero. No me pasó desapercibido su delicioso olor, tampoco esa tensión que se formó en mi bajo vientre.

—Siéntese —indicó cuando se sentó detrás de su escritorio de madera.

—De acuerdo —murmuré y me senté en la silla de frente, todavía sin mirarlo.

—Disculpe por hacerla venir hasta acá. Realmente quiero hacer bien mi trabajo, pero creo que se ha cometido un error importante. ¿Sabía que podría tener problemas por esto? —preguntó encendiendo la computadora para acceder a la plataforma escolar.

—No, no lo sabía, pero me imagino que es urgente que se corrija —comenté.

—Así es, por eso necesito corroborar sus datos.

—Está bien.  

—Nombre y apellido.

—Erika Carter —dije frunciendo el ceño. Por fin alcé la vista y pude notar por un instante una sonrisa burlona en sus carnosos labios.

— ¿Con C? Me refiero al nombre.

—No, con K —aclaré.

—Y he ahí el error —dijo riéndose de una manera encantadora y mirando la pantalla—. Se han equivocado al registrarla. Me extrañó mucho ver su gafete escrito de una manera distinta.

— ¿Se fijó en mi gafete? —cuestioné sin poder evitarlo. El director no perdió la sonrisa.

—Sí, yo me fijo en todos mis alumnos, es un hábito —contestó relajado, lo que me decepcionó—. Y en realidad recuerdo su nombre desde antes, dado que pertenece a una importante familia.

Más decepción aún.

—Fecha de nacimiento —prosiguió. 

—Cinco de diciembre de 1998.

—Compartimos el cumpleaños —comentó como si tuviese poca importancia—. Aunque, desde luego, yo tengo muchos años más. —Soltó una hermosa risita.