Nuevo capítulo de Padres inesperados
Capítulo 31
Fragmento del capítulo 31:
Inés abrió la puerta luego de llevar los niños al patio trasero como le pidió Mirko; había oído suficiente sobre esa mujer y no quería que su energía rodeara a los niños. La mujer era físicamente hermosa, alta y esbelta de hermosa cabellera rubia, su cabello brillaba así como sus ojos y sus labios pintados en un elegante color rosado le daban una imagen juvenil a pesar de que se vestía con ropa elegante y sobria en colores fríos.
Lo miró a los ojos y sonrió con una candidez que podría engañar a cualquiera por un segundo, porque aunque ella se esforzaba por oírse y verse accesible y agradable, los gestos de asco con los que miraba por encima del hombro la delataban. Por su posición estaría acostumbrada y era probable que no notara cuando hiciera esos gestos.
—¿Cómo estás, Mirko? —preguntó la mujer paseándose con confianza por la sala de su casa, Mirko se cruzó de brazos y le sonrió de forma impostada.
—Bien, ¿a qué se debe tu visita?
—Me importan ustedes, quiero saber cómo está Emely, ¿Cómo le va con el tratamiento?
—Nos estamos ocupando y le va muy bien, pudiste llamar y ya. No tenías que venir, ella está descansando, hoy tuvo su quimioterapia.
—Lo sé.
—¿Lo sabes?
Ella lo señaló con la palma de la mano abierta.
—Debería considerar que seas mi médico, ¿no quieres darle un hermanito a Damián?
Mirko tragó grueso, se puso nervioso ante la mención del nombre del niño en la boca de esa mujer, se quedó mirándola fijamente con los ojos muy abiertos.
—¿Cómo?
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