Fragmento de "BOGITA"
Brenda Abigaíl Bogita despierta con el ruido del motor de un vehículo, pero no puede ver absolutamente nada gracias a la bolsa que le habían puesto en la cabeza, la cual no se puede quitar gracias a las cuerdas atadas al rededor de su cuerpo. Nuevamente había tenido uno de sus candentes sueños, a pesar de encontrarse en una situación no muy buena que digamos. Secuestrada por quien sabe que tipo de dementes y para qué fines, su ansiedad se hacía presente. Tan solo de pensar que ahora estaba retenida por un loco depravado para convertirse en su esclava sexual o siendo traficada fuera de la frontera por traficantes de personas, para ser vendida a un burdel.
Pero sus pensamientos se detienen cuando siente que el vehículo en el que se encontraba frena. Para después escuchar unos pasos acercacercandose y sientir como unas manos la sujetan bruscamente de nuevo. Queriendo luchar ella se pone dura, pero ahora estando atada su secuestrador solo la arrastra como una bolsa de cemento, asiendo que su resistencia fuese nula esta vez.
Escucha una puerta abrirse y siente otro par de manos sobre ella para después ser alzada como un costal de papas en el hombro de uno de sus secuestradores. Haciéndole imposible el pensar en lo fuerte que debe de ser este criminal. Quien la carga y la lleva para finalmente ser depositada en una especie de silla.
Solo entonces le quitan el saco de la cabeza, permitiéndole ver una hermosa sala de estar, con cinco hombres. Tres con pasamontañas, uno de barba de candado y una chaqueta divina, quien probablemente era el jefe, y otro quien la mira con sorpresa en su rostro, que por alguna razón se le hizo conocido de alguna parte.
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