DESCUENTO ACTIVO DE ¡UPS! ¡ME EQUIVOQUÉ!
—¡Taxi…! ¡Taxi…!
Hace señas una chica desesperada en medio de la calle. Lleva un hermoso vestido largo de flores, su cabellera roja suelta vuela cubriendo toda su espalda, mientras sus inquietos ojos verdes, se le empañan por las lágrimas que no puede contener. Al fin un taxi se detiene.
—¿Adónde la llevo señorita?
—A la catedral Santa Catalina. Por favor, puede darse prisa, le pagaré más.
—¿Llega tarde a la boda de su amiga?
—Sí, eso mismo. Pero apúrese por favor, no puedo llegar tarde.
Al fin llegan en menos de diez minutos. La chica se baja del taxi, paga al chofer apresuradamente. Sube corriendo la escalinata, abre de un tirón la puerta, sigue corriendo hasta el final del pasillo donde se realiza la boda. Y grita con todas sus fuerzas.
— ¡¿Cómo puedes hacerme esto?! ¡Por eso llevabas dos años comprometido conmigo, dándome largas sin quererte casar! ¡Tenías a otra, desgraciado!
Y le lanza un zapato que le da en la frente al novio, que se gira al escucharla para verla. Al tiempo que recibe una enorme bofetada de su prometida, que se quita el velo y el anillo de compromiso furiosa, se los lanza al rostro y sale llorando de la iglesia seguida por su padre, no sin antes este último, darle un enorme puñetazo al novio, que cae a los pies de la chica que lo mira y dice.
— ¡ Ups! ¡Me equivoqué!
Y hace ademán de marcharse, pero el novio se pone de pie, la toma de la mano, recoge el velo, el anillo de compromiso que dejara tirado su novia. Habla en el oído de la desconocida.
—¡Si te mueves, te mato aquí mismo!
Dejando que ella vea el arma que porta en su cintura. Le pone el velo en la cabeza a la chica que no sabe que hacer, la coloca a su lado frente al padre y dice.
—¡Siga la ceremonia padre, no importa quien sea la novia! ¡Yo tengo que salir casado hoy de esta iglesia! — se inclina sobre ella de nuevo, que tiembla asustada y le dice al oído— ¡Estás muerta si dices que no! ¡Pero no solo tú, mataré a toda tu familia! ¡Tú hiciste esto! ¡Me querías, aquí me tienes! ¡Hazte responsable de lo que has hecho!
Ella lo mira aterrada, hace el intento de soltarse del agarre del hombre, pero ve el arma en su cintura y se queda quieta, asintiendo a todo lo que le preguntan. Al final él la besa y se la lleva rumbo a una limusina que los espera.
Al entrar en el auto, ella se sienta lo más alejada posible, mira al hombre que no dice nada, la ignora por completo, se detienen y le hace señas de que baje, se introducen en una tienda de novias y la visten con un hermoso vestido, la peinan y maquillan. Todo esto en absoluto silencio.
Vuelven a montarse en la limusina, y se dirigen a donde los esperan los invitados de la boda, en una lujosa residencia. Se introducen en ella, se bajan y caminan uno al lado del otro hasta entrar a la casa, se dirigen a una habitación, él se sienta siempre mirando su teléfono. Y sin mirarla le pregunta.
— ¿Cómo te llamas?
— Lilian…, Lilian Caleri Pagani, señor.
—Mi nombre es Alessandro Minetti. Para ti, señor Minetti. Tu esposo por exactamente tres años. Al cumplir ese periodo, nos divorciaremos y te daré una buena cantidad de dinero. Vivirás el resto de tu vida sin preocupación.
— Pero señor Minetti, ¿cómo me pudo hacer esto? ¡Yo estoy comprometida hace dos años, estoy planificando mi boda!
Pero al ver como levanta la mirada de su teléfono, para observarla se queda callada aterrorizada.
— ¿Por qué me culpas a mí? ¡Fue tu error, asúmelo, y pospón tu matrimonio! A ver, cómo fue que dijiste. ¡Ups, me equivoqué!
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