Una loca para el millonario

Cameron es un hombre que lo tiene todo, dinero, presencia, estatus social. El problema de este hombre es que es muy temperamental, controlador y de mal carácter y su mejor amigo lo señala como amargado.

Su empresa y su trabajo es lo único que le importa. Ahora está detrás de un proyecto importante y para ser el dueño total de ese negocio debe representar ser un hombre de familia.

Patrañas.

Nunca tomará a una mujer como su esposa, pero este pensamiento desaparece cuando se tropieza con una chica con atuendo de hombre.

Siento mi móvil sonar en el pantalón y cuando lo saco para revisar algo tropieza con mi cuerpo.

¿Qué mierda está pasando que la gente no sabe caminar?

―Maldición― Observo mi camisa que está completamente arruinada ―¡¿Acaso no ves por donde caminas?! ―Sacudo mi traje furioso.

―El que debe ver por dónde anda es usted.

―Estúpida―Murmure tratando de limpiar mi costoso traje, pero ha quedado arruinado.

―Estúpido, usted, idiota amargado.

―¿Qué dijiste?

Odio esa palabra, mi mejor amigo no hace más que recordármela.

―Lo que escucho― Levante mi rostro y observe a este fenómeno que se cree que puede insultarme como se le da la gana.

¿Acaso no sabe quién soy yo?

―Mira pedazo de mierda, tú a mí…―Ni siquiera puedo continuar hablando cuando siento un fuerte golpe en mi parte baja ―¿Qué?―Caigo de rodillas con las manos en mi entrepierna, sintiendo un fuerte dolor que me impide hablar.

―Ten cuidado cómo me hablas―El pequeño engendro me apunta con su dedo.

―Hija… de puta― Logre articular ―¡Ahhhhh!

Ahora no solo tengo un dolor en mi ingle, esta loca ha sacado un spray de gas pimienta y lo ha rociado directamente en mis ojos.

―Señor, ¿Está bien? ―Uno de los de mi equipo de seguridad se acerca.

―Atrapen a ese fenómeno― No puedo moverme, no puedo abrir los ojos. Esa maldita me ha dejado prácticamente en shock.

―Disculpe, señorita…. ¡Ahhh!― Se escucha varios golpes haciendo que entreabre los ojos un poco y vea la silueta de mis guardaespaldas en el suelo, retorciéndose con sus manos en la entrepierna y sus ojos bañados en gas pimienta.

¿Quién putas es esta loca?

No sé cuánto tiempo pasa, estoy tirado en el mugroso pavimento y varias personas se asoman con curiosidad y lo único que quiero hacer es mandarlos a la mierda. Cómo puede uno de mi equipo me ayuda a levantarme, me suelto de su agarre y cojeando, logró llegar hasta el auto donde me desplome dentro cayendo acostado con los ojos cerrados.

Unas horas más tarde de ser revisado por mi médico personal, me encuentro en mi oficina. Aún me duele la parte baja y por más gotas que me han aplicado de los ojos me siguen ardiendo. Lo peor de todo es que tengo a mi mejor amigo en la silla de frente burlándose de lo ocurrido.

―Dios, debo conocer esta chica y hacerle un monumento.

―Lo que voy a hacer es destruirla―Gruñí poniendo hielo en mis párpados ―Voy a vengarme y aplastarla como la cucaracha que es.

―Entonces si quieres vengarte de ella, debes obligarla a casarse contigo, no hay peor infierno que estar a tu lado― Dice con burla.

―No es mala idea.

―¡¿Qué?!― Deja de reír ―¿No estarás hablando en serio?

―Esa chica me golpeó, me humilló e hizo lo que nunca nadie se ha atrevido hacer y le haré pagar por ello. Voy a tenerla suplicando de rodillas mi perdón.

Acabaré con ese engendro del demonio y voy a disfrutarlo.

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