¡Nuevo capítulo de Delirios!
¡Corran a disfrutar este viernes de lectura con Levi y Bodoquito!
FRAGMENTO:
—Bien, ¡Manos a la obra! —Alcanzó con su mano un repasador de cocina y se lo ató desde la nariz, cubriéndose la boca y pasándolo detrás de su cabeza. Así, como un ninja pero resguardando los sitios para que no le llegara la putrefacción que salía de ese pañal, Levi se preparó para la gran hazaña—. ¡¡Cubre rostro!! ¡Listo! ¡Guantes! ¡Listo…! —exclamó lleno de valentía y cerrando un ojo cuando se dispuso a abrir aquella bomba nuclear—. Si esto no funciona te meto a la tarja, bodoque de cac@…
Era como misión imposible desarmando una bomba, la frente de Levi sudaba, sus dedos temblaban y el corazón le latía a miles de revoluciones por segundo, imaginando lo que hallaría. Pero Abel solo reía. Como si fuera consciente de que ese hombre que estaba armado hasta los dientes y sostenía un rociador en la mano, estaba sufriendo con él la peor de las calamidades.
«¿TE PARECE CHISTOSO QUE DEBA LIMPIARTE EL TRASERO? ¡¡VERGÜENZA DEBERÍA DARTE…!!»