Lágrimas Escarlata.
Sarah no lo podia creer! Para su inexperto corazón era inconcebible que a pesar de tener un privilegiado don, no podía obtener lo que ella mas deseaba en este mundo. Su corazón estaba quebrantado al igual que su espíritu y es que jamás penso que esto podía sucederle. Su capricho esta vez le hacía una mala jugada. Sarah siempre había sido una mujer segura de si misma, sabía lo que quería en su vida, sabía de donde venía y sobretodo sabía hacía donde iba.
Desde muy temprana edad, fue una niña muy distinta a las demás, destacaba su espíritu de superación, y su alto esmero en conseguir lo que se había propuesto. Tenia un temple inquebrantable y una convicción sin igual. Pero no fueron esas cualidades las que la hicieron sentirse tan segura de que las cosas se realizarían de la forma en que ella quería. Había algo especial en ella, podría decirse que sobrenatural o talvez mágico. Era lo que la distinguía y la hacia única y aún mas especial. Fue a la edad de diez años que descubrió ese don que le había sido concedido. Todo comenzo como un juego, jamás se imagino que ese juego le cambiaría su vida, sus metas, sus deseos, le cambiaría todo.
Absolutamente todo. Sarah había notado que cuando lloraba, sus lágrimas tenían algo peculiar, algo mágico, algo que era mas que hermoso. Y es que sus lágrimas se volvían color escarlata, al hacer contacto con otra superficie que no fuera parte de su cuerpo. Y fue así como tomo la decisión de guardarlas en un pequeño frasco. Y es que era espectacular contemplar aquel frasco que contenía todas sus lágrimas. En medio de la noche sucedía algo mas hermoso todavia, se volvían brillantes y se podía apreciar su resplandor como algo espectacular y sin igual. Sarah hasta ese momento ignoraba el poder que tenían aquellas lágrimas mas alla se su hermoso resplandor.
Un secreto oculto en su dolor.
Nadie sabía lo que ocurría con las lágrimas de Sarah, ni siquiera sus propios padres. Y es que siendo una bebé, sus lágrimas nunca adquirieron esa majestuosidad. Era algo que solo ella conocía, era su mas preciado secreto. Y una vez que ella fue desarrollando su personalidad y se fue haciendo consciente de sus actos, este fenómeno se fue manifestando en ella.
Según fue pasando el tiempo empezó a notar que entre mas fuerte era su dolor mas brillantes y hermosas eran aquellas lágrimas, esto hasta cierto punto, la hacia sentir mejor.
Pero no erradicaba su dolor, a su vez era algo sin igual. Fue en esa etapa de su vida donde accidentalmente descubrió un gran don que estaba oculto en su ser, en sus lágrimas derramadas.
Fue un día que muy molesta con su madre se fue a su habitación y se puso a contemplar sus lágrimas en aquel frasco y con aquel sentimiento de impotencia y con ira por la negación de su madre al no dejarla ir donde su mejor amiga, fue que inesperadamente su frasco de lágrimas fue abierto mientras ella deseaba desde lo mas profundo de corazón que su madre la dejase ir sin objeción alguna, fue ahí cuando clamó en su interior: "No entiendo que tiene de malo ir donde Paola, ella es mi mejor amiga y solo quiero pasar tiempo con ella, ¡Como desearia que mi madre se retracte y no se oponga a lo que yo digo! En ese instante sus lágrimas que se habian derramado sobre sus manos se volvieron mas brillante y se esparcierón como polvo de estrellas sobre el espacio sideral.
Minutos mas tardes su madre llego a su habitación y le dijo que se alistara porque irían a visitar a su amiga Paola.
Anodadada por lo acontecido descubrió que su deseo se había realizado.
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