A tus Ordenes

Me encontraba llena de sangre, gran parte de ella no era de mis heridas, el sonido de los disparos era totalmente ensordecedor y en este momento me preguntaba como fue que termine siendo un soldado, solo era la asistente personal del ministro Ainsworth ¿Cómo fue que termine en medio de una guerra? ¿Y desde cuando mi cabeza valía tanto para generar una guerra entre mafias?
-¡Allison!
-¡No!- Desmon trato de venir a mí.
-¡Corre imbécil!- le gritó Andrew.
Como pude me moví, lo suficiente para salir de la zona de fuego.
-Maldición- murmure mientras apretaba la herida de mi hombro.
Una aparente calma llegó, los disparos ya no se oían, lo único que escuchan era mi respiración totalmente acelerada.
Hola pequeña.
Tu decides si ardes en el infierno o por el contrario haces el infierno