Almagre

Dicen que las estrellas solo están en el cielo, pero tengo que decir que en mis brazos tuve la estrella más reluciente de todos los universos. Animal, como yo le decía, era la mujer que enamoraba con su sencillez e incluso, podíamos enamorarnos de ella con los ojos cerrados. Poseía una sonrisa que resplandecía como el mismísimo sol, y como el sol que era, alegraba mis días, pero…habían veces en las que se nublaba lo suficiente y llovía con facilidad, no me había dado cuenta el poder que tenían sus emociones para controlar todo a su alrededor. Desafortunadamente me tuve que ir, y al regresar quería que todo hubiese seguido como estaba antes, pero, el error fue mío, y ella creyó que la había reemplazado.