Código linaje 18+

Dicen que yo fui yo.
Que soy culpable.
Que soy una Velerian y no recuerdo.
Mis manos tiemblan, es la segunda vez que el psiquiatra me pregunta:
—¿Qué es lo que recuerdas de tu esposo?
Cierro los ojos, trato de olvidarme de su ataúd, de que quise ver su cuerpo y no me dejaron.
De las lágrimas que brotaron de mi rostro sin permiso. Ni yo misma entendía qué pasaba, mi mente estaba oscuro.
Entonces, se viene a mí, la humedad, el calor de un cuerpo sobre el mío, esa sonrisa a la que no puedo poner cara.
—Recuerdo sus labios, la humedad de su lengua deslizándose por mis muslos —Abro los ojos, veo como el psiquiatra está observándome con sus ojos oscuros y no ha tomado notas—. Sigo soñando con él, aunque no recuerde si de verdad es él.