El precio incluye sufrimiento.

Sofía Hernández era una joven atrapada en la soledad, condenada a vivir encerrada entre cuatro paredes, lejos de la compañía y el apoyo de sus padres. La angustia y el peso de esta vida solitaria se volvieron insostenibles para ella. A las 3:00 AM, un momento que muchos consideran la hora del diablo, Sofía tomó la trágica decisión de poner fin a su sufrimiento a través del suicidio. En ese instante de desesperación, al parecer, invocó a un demonio, y el resultado de su llamada fue sorprendente: se despertó en una cama que pertenecía a una época diferente, en un entorno que era completamente extraño y ajeno a su realidad.