El Príncipe de Caos

Los humanos no viven entre magos.

Los cuentos dicen que son parecidos, pero Raleigh sabe que están equivocados. Los magos son distantes, frívolos... y si algo los distingue, es que parecen carecer de un corazón.

Raleigh, en cambio, está condenado a vivir con la fragilidad del suyo.

Cuando el Príncipe de Caos lo lleva a su reino y lo cría como a uno de sus hijos, Raleigh le jura lealtad sin dudar. Pero en un mundo donde todo tiene un precio, ¿podrá realmente pagar el precio de haber creído que un humano podía vivir entre magos?

Y cuando comienza a tratar con cierto mago, empieza a preguntarse si realmente cometió un error. Porque su corazón late con más insistencia junto a él... Lo odia.

El sentimiento le parece un impedimento para el camino que ha elegido.