Enamorada del otono y del tirano 18+

— Me dijeron que eres el papá de Olezhyk y que querían verme.
— ¡Sí, quería! — respondió bruscamente el hombre. — Pero para pedirte que limites tu comunicación con mi hijo.
Un silencio incómodo se apoderó de la habitación.
— ¿Por qué? — preguntó tímidamente Olya.
— Hay muchas razones para eso. — declaró fríamente Alexander, aunque la insistencia de esa chica le molestaba. — La primera es que no quiero que mi hijo esté rodeado de extraños y que tengan influencia sobre él. La siguiente es que no quiero que los vean a los dos en lugares públicos. Y otra cosa, necesitas organizar tu vida, no andar con los hijos ajenos. — suspiró y, lleno de ira, continuó. — Y otra razón, no tengo intención de casarme contigo, por mucho que hayas encariñado al niñ