Entre la sangre y la Tentación 18+

Volví a casa creyendo que el hospital había sido lo peor. Me equivoqué.
Alistair seguía ahí, demasiado cerca, demasiado atento, leyendo en mí lo que intento ocultar.

Nuestra historia vive de silencios tensos y miradas prolongadas, de límites que nunca supimos respetar. Un recuerdo, un gesto mínimo, basta para recordarme que entre nosotros nada es simple. Alistair no invade por error; sabe exactamente cuándo hacerlo.

Este vínculo se volvió peligroso con el tiempo, un deseo sin nombre atrapado entre la protección y la ruina. Y cuanto más intento alejarme, más claro tengo que algunas cosas no se curan… solo se reprimen.