Klein: Un juego dulce y oscuro.

Las noches tan deprimentes como siempre, ¿Esto realmente es vida? Siempre soñaba con que yo era una niña normal jugando a las muñecas, con muchas amigas, pintandonos las uñas.
Al momento de despertarme la cruel realidad se burlaba en mi cara.

Mi cuarto que antes era completamente blanco, ahora se encontraba decorado con un rojo muy hermoso, el color de mi sangre.

Tirada en el piso, escuché algunas pisadas acercarse a este lugar, cerré lo ojos deseando que fuera Hen.
Lamentablemente era papá con sus herramientas.

—¿Papá, por qué tengo que tomar todas estas cosas? No me gustan para nada –me levanté del piso, para ir hacia una camilla, ya estaba tan acostumbrada a esto.

—Te eh dicho que tienes un propósito en esta vida, me ayudarás con mi grandioso plan.